En medio del debate sobre la adopción por parte de parejas del mismo sexo, las polémicas declaraciones provenientes de una facultad de medicina han generado una discusión paralela: ¿qué tan científica es la forma de abordar el asunto?
Verónica Akle Álvarez | El Malpensante
@malpensante
En los últimos días la sociedad colombiana ha afrontado un fuerte debate en relación con el tema de la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo. Aunque la Corte Constitucional falló en contra de la iniciativa que buscaba la adopción igualitaria, estamos lejos de dejar atrás este debate. Conceptos como que la homosexualidad “constituye de alguna manera una enfermedad”, frase textual del comunicado emitido por un vocero de la Universidad de la Sabana, obligan a profundizar en esta discusión. Dadas estas declaraciones, motivadas por prejuicios morales y religiosos, como profesora de medicina de la Universidad de los Andes, una institución pluralista e independiente, me sentí en la obligación de dar una respuesta a la pregunta que realmente importa: ¿son diferentes los niños adoptados por padres homosexuales?
Dejando a un lado mis opiniones y creencias personales, me senté a hacer la tarea que hacemos los investigadores como base de nuestro trabajo: buscar la evidencia. Con el propósito de dar luces sobre cuáles son los resultados más notables y sin ánimo de hacer un artículo exhaustivo ni un análisis profundo del tema, me dispuse a indagar la literatura científica al respecto. Realicé la tarea en PubMed, que es el motor de búsqueda más poderoso de resúmenes y vínculos a las publicaciones científicas de ciencias biomédicas y ciencias básicas de la vida. Esta es la base de datos de artículos más robusta en tales áreas y constituye una referencia ampliamente aceptada por toda la comunidad científica.
Las investigaciones que encontré en el tema de la adopción por parte de parejas del mismo sexo son realizadas, en la mayoría de casos, en forma retrospectiva. Por ejemplo, se toman tanto familias conformadas por parejas homosexuales –gays o lesbianas–, como familias heterosexuales que hayan adoptado niños. Luego, teniendo en cuenta variables como la edad de los menores al momento de la adopción, edad de los padres, condiciones socioeconómicas, etc., se determinan desenlaces que revelen la salud mental y física, y la adaptación social de los menores en el corto y en el largo plazo. Otro tipo de diseño experimental consiste en determinar la percepción de las familias en cuanto a temas relacionados con sus hijos adoptados, como la satisfacción con el colegio, la estigmatización, el matoneo, entre otros. Las revistas que publican estos estudios son de medicina, psicología y sociología, así que cubren el espectro integral de la vida de los niños. Si bien es cierto que la mayoría de estos estudios son realizados en Estados Unidos y Europa, esto no es razón para rechazar sus resultados. Si lo hiciéramos, tendríamos que rechazar prácticamente toda la investigación científica desde la Antigüedad…
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