Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- 11/06/2015
En algunas comunidades del estado de Oaxaca se cree que hace siglos un barco proveniente de África encalló en la costa baja de México, en el municipio de Santo Domingo Armenta.
De esa embarcación bajaron cientos de personas que huían de la esclavitud. Se asentaron como personas libres en las playas de México y construyeron sus casas.
A las mujeres afromexicanas actuales, conscientes de su negritud y dispuestas a rescatar la historia enterrada de sus ancestras, les gusta contar esta versión para demostrar que ellas no descienden de personas esclavas sino de personas libres.
Así lo narró a Cimacnoticias Beatriz Amaro Clemente, comunicadora afromexicana e integrante del consejo académico de la Escuela Itinerante de Formación Permanente para Mujeres Afromexicanas, que se instauró el 4 de octubre de 2014 en el municipio oaxaqueño de Pinotepa Nacional.
El propósito de este proyecto pedagógico, auspiciado por la Fundación Semillas, es el de recuperar el conjunto de valores y tradiciones comunitarias de las mujeres afrodescendientes, a fin de educar en este contexto a esta población para la defensa de sus derechos en materia de justicia, salud, educación, cultura, vivienda, identidad y territorio.
Amaro Clemente, quien nació en el municipio de San Juan Bautista Lo de Soto, en Oaxaca, y que a pesar de su piel blanca se asume afrodescendiente, busca en esta escuela una forma de contar la historia de las mujeres “negras” desde su propia visión, para que ya no se imponga la de las y los académicos que (apenas en los tiempos modernos) han registrado la sabiduría de estos pueblos, pero que no devuelven a la región los conocimientos.
Además de no tener un registro de su propia historia, ni en libros de texto o enciclopedias, estas mujeres se enfrentan a que la misma población se resista a reconocer sus raíces, sobre todo en las regiones donde hubo más mestizaje, y la población tuvo menos pigmentación en la piel.
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