Al llegar a la cárcel lo primero que pensé fue: “Estoy presa”, “no tengo libertad”. Comencé por observar y aprenderme las reglas de este lugar, seguía órdenes, aun no comprendía las posibilidades, el tiempo que correría para adaptarme y asimilar que yo no era libre. Al año de estar aquí descubro que realmente no estuve […]
