San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.- De estatura pequeña, pero con mucha firmeza y rebeldía, detrás de ese pasamontañas se pueden ver unos ojos negros iguales a la nahua de lana que viste, “Somos indígenas y somos mexicanas” pronunció la Comandanta Ramona al mundo entero en aquellas montañas que retumbaron ante la voz de una mujer de 1.40 de estatura pero con fuerza y convicciones inimaginables.
Por más de 20 años la Comandanta Ramona luchó en las filas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) formando parte del Comité Clandestino Revolucionario Indígena; sabía de la necesidad de organizarse pues antes de formar parte del EZLN había conocido la discriminación hacia las mujeres al intentar buscar trabajo fuera de su comunidad de origen, por eso siempre establecía en sus demandas un trato digno hacia las mujeres, en donde el respeto, la democracia y justicia fueran privilegio de nadie por eso junto con otras compañeras escribieron la Ley Revolucionaria de Las Mujeres en donde establecen el derecho a decidir el número de hijos que puedan tener y cuidar, el derecho a la educación, salud, a trabajar y tener un salario justo, participar en la lucha revolucionaria en el grado que su voluntad lo permita, por mencionar algunas.
Un 6 de enero del 2006 a causa de la insuficiencia renal que padecía, dejó de existir en este mundo físico, aquella mujer que con palabras claras y sencillas destrozaba los falsos diálogos políticos presuntuosos del gobierno falso y traidor, aquella quien fuera la primera zapatista en salir del cerco militar para hablar ante un zócalo lleno de fe y nuevas esperanzas. “El mundo perdió a una de esas mujeres que paren nuevos mundos, México perdió una de esas luchadoras que hacen falta, y pues a nosotrxs nos arrancaron un pedazo del corazón” fueron las palabras del sub Comandante Marcos al anunciar el fallecimiento de la Comandanta Ramona.
Yo creo que hay personas que no mueren, personas que con sus actos dejan sembrada una semilla como lo hizo la Comandanta Ramona antes de abandonar este mundo “quiero que todas las mujeres despierten y siembren en su corazón la necesidad de organizarse, porque con los brazos cruzados no se puede construir un México libre y justo que todxs deseamos”, y como fruto de esa semilla están todas esas mujeres que luchan por la libertad de decidir, de ser tomadas en cuenta, de construir sororidades, de organizarse, mujeres indígenas, profesionistas, campesinas, activistas, madres, hijas, luchadoras incansables.
Por eso yo pienso que la Comandanta Ramona no ha muerto, sigue presente, acompañandonxs en este primer paso de muchos levantando el puño para decir ya basta y es que como ella lo dijo “las mujeres que estamos en esta lucha sentimos que nuestra aparición es muy importante, porque llegamos a entender que para cambiar esta mala situación tenemos que participar, no todas en la lucha armada, sino también en diferentes trabajos y en nuestras comunidades”, Ramona está en con nosotras al exigir cada una desde su trinchera ya basta a los feminicidios, a las violaciones, por el derecho a una vida sin violencia, por un aborto legal y seguro, no más muertes obstétricas, por una vida laboral y reproductiva libre y justa, basta de hipocresías, de políticas públicas ineficientes, está con nosotrxs, marchando, exigiendo, ¡liberándonos! Y gritando ¡Todxs somos Ramona!