Hay un vídeo que está circulando en las redes sociales en donde un sujeto violenta sexualmente a una niña de unos cuatro o cinco años. Me negaba a verlo, pero cuando decidí escribir sobre el tema tuve que hacerlo.
En el video el sujeto –que resulta ser el abuelo de la niña- toca a la menor por debajo de su falda mientras ella juega lo que parece ser un celular. En lo que se alcanza a ver la niña no se inmuta.
A partir de este vídeo he leído varias “cadenas” y “artículos” sobre cómo evitar que los niños y las niñas sufran de violaciones sexuales. Algunas de ellas rayan en lo absurdo o en lo imposible como el no poder nunca despegarse del hijo o hija.
Otras dan, realmente, consejos útiles que bien podrían resumirse en criar a sus hijos e hijas en el feminismo.
Lamentablemente la mayoría de violaciones sexuales en contra de niños y niñas se da en sus propios hogares, con personas cercanas, en quienes confían.
Enséñele a sus hijxs a decir que “NO”, escúchelxs, fomente su autoestima, críelxs en el respeto hacía la otra persona, dele crédito a su palabra así no sólo va evitar que su hijxs sufran de algún tipo de violencia, sino que tampoco se conviertan en personas violentas.
En el caso de las mujeres no crie “princesas” incapaces de defenderse, eduque a niñas libres que se defiendan y valoren. No fomente estereotipos sobre su forma de vestir o comportarse, ni les genere el sentido de “culpa” todo esos valores machistas que se les inculcan a las niñas son bien aprovechados por los violadores.
Con los niños la historia no es tan diferente. Los roles tradicionales de género también influyen en ellos en estos casos. Muchos niños que han sido violados no lo denuncian porque les da pena decir que no pudieron defenderse, que no pudieron evitarlo, porque desde pequeño les fomentaron el que como varones ellos deben de ser fuertes y dominar al otro.
Esos hombres –la mayoría son hombres- que violan sexualmente a niños y niñas -insisto mucho en ello- no están enfermos son hijos sanos del patriarcado, que se le ha enseñado a tratar a las mujeres, niñas y niños como las personas débiles, que no tienen derechos, que pueden y merecen ser dominadas. Estos son los valores de la sociedad machista.
Sólo sacando la cultura sexista de nuestra cotidianidad, erradicándola por completo es que esos niños y niñas que tanto amamos podrán vivir en un lugar seguro y libre de violencia.