Foto principal: Karina Álvarez
Su color favorito es el rojo, le recuerda a las manzanas o la sangre que emana de nuestro cuerpo, a la vida. Su sueño es seguir creciendo en cuerpo y alma y cumplir las metas que desde niña se planteó, su nombre es Karla Guadalupe Gómez, mejor conocida como Karla Gómez.
Es un personaje en el ámbito cultural de la capital chiapaneca. Con su trabajo periodístico e incursiones en la escritura experimental hiperbreve, la poesía, fotografía, teatro, se ganó el reconocimiento y aprecio de poetas, dramaturgas, escritores… y es considerada una joven promesa en el periodismo literario y la poesía, aunque ella me aclara que se considera más reportera que poeta o narradora, pues es el oficio que ejerce a diario.
Es una mujer sencilla, simpática, encuentra respuestas profundas y divertidas a cada pregunta que le hagas.
-Karlita, ¿cuándo naciste?- le dije.
-Hablar de mi fecha de nacimiento es voltear a ver mi origen y las frutas caídas de un árbol genealógico. Según mi acta de nací el 25 de mayo de 1990, sin embargo, me considero del signo de tauro. Cada año se me da la oportunidad de nacer tres veces; en abril (fecha original de mi cumpleaños), en mayo (mismo día del cumpleaños de Rosario Castellanos) y en diciembre, por mi Santo, Guadalupe.” Respondió a ratos con seriedad y otros con risa.
-¿De niña qué pensabas acerca de tu futuro?
-Deseaba trabajar en algo que tuviera que ver con oficinas, estar en contacto con personas interesantes, salir de casa y regresar. Tenía ideas pasajeras, dedicarme a algo que tuviera que ver con el deporte, el futbol o ciclismo, ser maestra de Educación Física. También quería ser mecánica automotriz.
-¿Cómo inició tu interés por estudiar Ciencias de la Comunicación?
-La licenciatura en Ciencias de la Comunicación me fue seduciendo a través del programa chileno 31 minutos. También porque en la casa del abuelo se comía con la radio encendida y mientras masticábamos el menú que él cocinaba, escuchábamos el noticiario o el programa “Música en su mesa”, de Estéreo Joya. En algún momento también quise estudiar música, tocaba la flauta de pico en secundaria, pero me atraparon las letras.
“La idea de cursar la licenciatura en Comunicación continuó, también estudiar Letras Hispánicas. Ahora me percato que estas dos ramas de Humanidades no están separadas, sirven como primas hermanas, se apoyan. La comunicación es la vía del entendimiento del conocimiento y de la relación con las demás personas. Encontré en la comunicación una herramienta para eso.”
-¿A dónde te gustaría viajar?
-A Santiago de Chile, tiene similitud con México; de ahí son Pablo Neruda y Gabriela Mistral (Primera mujer en recibir un Premio Nobel en Latinoamérica). También me gustaría conocer París.
De sus inicios lectores me contó que leyó El Retrato de Dorian Gray, y cuentos de Óscar Wilde; El Príncipe Feliz, El fantasma de Canterville, El gigante Egoísta, El Ruiseñor y la Rosa. Era fan de autores clásicos Edgar Allan Poe y León Tolstoi. Emily Brönte con Cumbres Borrascas, Mujercitas de Louisa May Alcott y conforme crece va leyendo y admirando a más escritores y escritoras.
Confiesa que en secundaria y prepa antes de dormir imaginaba su vida futura, ejerciendo el periodismo, el amor de su vida y lo ha logrado. Sueño con prepararse más, conocer otras culturas y realidades.
-Al teatro, a la poesía o narrativa he llegado en pequeños pasos, sigo corrigiendo mis textos, me he convertido en una lectora con criterio. El teatro ha sido un reto, poder ser la persona que no puedes ser o no te permites ser, la poesía me permite conocerme dejar el ego a un lado, ser tú en los ojos de los demás- dice la feminista Karla Gómez, quien explica que el feminismo es necesario no sólo para abanderar la lucha de las mujeres, sino también para mostrar una radiografía de las desigualdades que sufren.
-¿Qué es para ti Chiapas?
-Chiapas es mi pulmón, mi ombligo, el diente que no perderé. El nido al que podré acudir, si un día vuelo, porque su calidez me abrigará.
Así es la maravillosa, polifacética chiapaneca Karla Gómez, reportera del Diario de Chiapas y la Revista Enheduanna.