Por: Gabriela Montoya*
Piel de terciopelo, ojos color café
Cabellos de oro que adornan tu ser
Tu cansancio de apariencias
Reflejado en tu cuerpo inclinado
Pero jamás caído, jamás vencido
Cargas el peso de una corona heredada
En tu niñez
Una corona de oro, de una princesa
Que nunca quisiste ser
La semana pasada, mientras viajaba en el trasporte colectivo para visitar a una amiga, como de costumbre me senté en la parte del final de las bancas, estaba casi sola en el trasporte, nos acompañaba el conductor, una señora ya un poco grande de edad y un niño que iba por la ventana inmerso en su mundo y sus pensamientos, el conductor cambiaba de estación la radio hasta que la dejó en una donde estaban solicitando una canción llamada “La planta” dedicándosela a una ex novia. Aquí escribo un fragmento de la letra de la canción para quien no la recuerde o para quien no la haya escuchado:
La planta
Si tú piensas que me has roto la maceta,
No te preocupes ya me acostumbré a regarla
Y ya te me estabas pasando de verde
Mañana te secas yo me consigo otra planta
Pero que sea desértica, ¡oh sí!, desértica
Pero que sea desértica, ¡oh sí!, desértica
Así si la riego no, no me preocupo por que va estar
Muy bien
Así si la riego no, ya no me apuro como la regué
Contigo
Y que un solo jardinero recoja el fruto
No como tú que ya estabas recogida
Y si es que otro se anima
Pues buena suerte a ver si no se espina
Y te pareces tanto amor a una enredadera
En cualquier tronco te atoras y le das vueltas
Con tus ramitas que se enredan donde quiera
Y entre tanto ramerío ya te apodamos la ramera…
La canción fue escrita por Jorge Guevara y es interpretada por el ex grupo musical “Caos”, forma parte del álbum La vida gacha y ha sido el mayor éxito de la banda, incluso ha sido cantada por otros grupos fomentando y repartiendo la ideología machista y llena de estereotipos hacia las mujeres .
Haciendo un análisis de la canción, de entrada me parece totalmente ofensiva y de pésimo gusto, se nota la gran carga del machismo, haciendo uso del doble sentido de las palabras y frases que utiliza para describir a una mujer, a un ser pensante que decidió compartir parte de su vida con un machista egocéntrico que se siente dueño de la vida de su ex pareja y dolido en su orgullo de macho al ver que otra persona sí la aprecia, hace uso de “la moral” que la sociedad machista ha establecido durante años.
¿Qué es la mujer para el hombre?
Los hombres ven a la mujer como persona sin sentimiento ni pensamientos, que pueden venir a decidir qué pueden hacer ellas o no, y si alguna llegara a tener dos o más parejas (en diferentes tiempos) se convierte en algo aún más bajo de lo que ya son tachadas y la violentan verbalmente haciendo uso de frases como “eres una regalada, una cualquiera, una ramera” para no llegar a palabras más bajas, pero ¿qué pasa si un hombre tiene más de dos parejas al mismo tiempo? lo ven como algo “normal” para la sociedad, incluso es un héroe para sus amigos, mientras que a ellos se glorifican a las mujeres se les denigra y son “castigadas” por “su mal comportamiento” por no ser la princesita obediente que guarda su virginidad para su “príncipe azul” que la rescatará de su “soledad”.
El punto ciego en esta ocasión es el contenido de las letras de las canciones que consumimos a diario (reguetón, banda, rock, salsa, pop, merengue etc…) Esto sólo es un ejemplo de muchas canciones existentes que con las letras y sus videos nos trata a nosotras las mujeres como seres inferiores, un objeto sexual que está a disposición del placer de otros. Aclaro, el hecho de que existan este tipo de canciones no quiere decir que estoy en contra de la música o de algún género en específico, estoy en contra de la música que violenta y descrimina a las mujeres. “Bailemos al ritmo de la violencia sexual y cantemos a gritos la violencia verbal”, no hace falta tener ojos para ver la violencia psicológica, faltan oídos para escuchar las voces de las mujeres pidiendo justicia y libertad.
Esta es una opinión personal y no pretendo nada más que dar a conocer mi manera de ver desde una visión propia de nosotras las mujeres.
**Mi nombre es Alejandra Gabriela Montoya Sánchez estoy estrenando mis 21 primaveras, por ahora estudio la Licenciatura de Comunicación Intercultural, nací y vivo en San Cristóbal de Las Casas Chiapas. Soy una mujer agradecida con la vida, mi familia, amigos, con Dios y con todas las mujeres que al igual que yo somos unas luchadoras y creadoras de nuevos esquemas de nuevas formas de hacer y reescribir la historia.