Llegó el verano
Por: Karla Gómez
Inició la época vacacional, con ello se induce a la compra de ropa de moda, y el clima provoca que las mujeres luzcan las siluetas de sus cuerpos y este hecho tan propio de la época nos permite hacer algunas reflexiones en torno al cuerpo femenino y los estereotipos construidos alrededor suyo.
Los medios de comunicación han desvalorizado algunas siluetas, ya que no corresponden a la medida estándar que se pretende para la comercialización del mercado globalizado y capitalista.
La mayoría de las tiendas surten tallas pequeñas, y los números grandes quedan rezagados. La 11, 13 y 15 son para aquellas mujeres que no entran en la norma de productos de primera necesidad que produce el capitalismo.
En el libro “Economía al alcance de todos”, de Rius, indica que los niñxs y las mujeres son los mejores clientes del capitalismo; pero que también a la mujer la ha convertido en mercancía.
“Al ser mercancía digna del hombre, la mujer debe pintarse, peinarse, vestirse, depilarse, perfumarse, calzarse, reírse, alimentarse, moverse, …utilizando los productos que el capitalismo le ordena discreta y sublimemente, claro”.
Debido a la belleza estereotipada, las mujeres caen en anorexia, y no se sienten felices con el tamaño y grosor de sus cuerpos, porque pesan más de 55 kilogramos y no han sido dotadas de la belleza de la naturaleza, o más bien del cirujano plástico.
Asimismo, si no ceden de esa feminidad que nos han vendido, se les considera machinas, marimachas, y un sinfín de adjetivos nada agradables, porque tienen una “fachita” que no corresponde a lo que pide el gremio convencional y capitalista.
¿Por qué las mujeres deben maquillarse y los hombres no?, ¿por qué a ellos sí se les es permitido mostrar sus ojeras, acné, piel reseca y con estrías?
La sociedad en general, se ha olvidado de la individualidad, de la esencia de su ser, ya que existe pues, una extensa competencias entre mujeres, por ser la más agradable para los hombres; cuando la mayoría sólo ve a las mujeres como un objeto para satisfacerse, dije mayoría, no todos.
Hoy en día se ve que las mujeres muestran sus cicatrices, estrías, celulitis, lonjas, y no por descuido o desfachatez, sino porque ya nos hemos aceptado, así somos.
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