Escuché de la maravillosa educadora Rita Magdalena Domínguez Decelis, quien sin haber cursado estudios universitarios, inculcó en sus hijos Josefa y Ney Antonio Salinas el gusto por la lectura y la escritura. Cuentan poetas del “País de las nubes” que Ney, a los tres años de edad leía, escribía y que doña Rita era la responsable.
-Mi madre fue una persona preocupada por la educación de sus hijos. En este sentido, y por su inteligencia e intuición ideó estrategias pedagógicas que junto con las ideas de mi padre nos inculcaron el amor y el hábito por los libros y el conocimiento- cuenta el autor de “El retorno y otras nocturnidades”.
Doña Rita Magdalena fomentaba el gusto por el arte y las ciencias en sus hijos e hija, a través de cuentos, declamaciones, poemas, juegos; en un ambiente con disciplina. Una armonía entre responsabilidad, hábito, trabajo, diversión y escuela.
-Crecí en el medio rural chiapaneco, con limitaciones económicas que se sorteaban con trabajo e ingenio, una especie de aislamiento geográfico con respecto a las ciudades, al mundo; no fue pretexto para que los libros no llegaran hasta nuestra casa. Mi padre se las arregló para mantener una estantería nutrida; con libros de Franz Kafka, Herman Hesse, Zelda Fitzgerald, Oscar Wilde, Julio Verne, Ernest Hemingway, Emilio Salgari, José Revueltas…
La disciplina así como las enseñanzas de doña Rita incentivaron en Ney el gusto por el trabajo. Estudió Ingeniería y letras. La vida en el campo es dura, el trabajo de la agricultura es severo. Estudié ingeniería y también letras; normalmente se cree que son conocimientos contrarios, en mi caso eso fue doblemente enriquecedor. El mundo de los números y el de las letras no se contradicen, se complementan.
Ney Antonio Salinas construye narraciones, cuentos y novelas, con niveles de tensión o suspenso al inicio, arranca con fuerza utiliza distractores. Sus personajes son complejos, pertenecen a sectores vulnerables en situación de pobreza extrema, por ejemplo; un campesino ayuda a escapar a hombre tzotzil quien cometió un crimen y es llevado a Sonora, donde personas del sureste sufren explotación laboral y violencia. La novela se desarrolla en espacios de Chiapas, Oaxaca, Sonora y el Distrito federal, entre los años de 1970 y el 2000.
-Como escritor, trabajo la novela, cuento y en menor proporción la poesía. En este momento tengo publicado un volumen de relatos y distribuido por Porrúa, titulado “El retorno y otras nocturnidades”. Cuatro novelas inéditas en las que trabajo, y cuentos.
Como profesional, trabajo en con productores de café orgánico y miel. Capacito personas, les doy seguimiento técnico y colaboro con ellos para enfrentar de mejor manera los nuevos tiempos de la agricultura mundial; cambio climático, presencia de nuevas plagas y enfermedades, cambios de uso del suelo, economía local devastada.
Doña Rita, actualmente vela por la educación de su nieto Roney de lunes a viernes, mientras la maestra, poeta, corresponsal de la Revista Va de Nuez y editora de la Maya Cartonera: Josefa Salinas (de cuyo trabajo docente y literario he hablado anteriormente) enseña a adolescentes de una telesecundaria en Chiapas.
La labor de doña Rita en la cadena productiva ha sido de gran importancia para Chiapas pues formó a profesionistas, artistas y permite el desarrollo académico y laboral de Chepy.
Mary Carmen Mendoza
“Me lo contaron mis abuelos, y a mis abuelos les contaron los suyos. Y aún habitan, susurrantes en el viento, eco de las voces antiguas. Voces que cantan, murmuran y danzan. Voces que narran la historia de aquel día…” escribe Santana García, en el cuento Raíz de Ébano.
–Raíz de ébano es parte de un proyecto donde retomo el aprendizaje que tuve la suerte de adquirir como antropólogo. Me interesa la literatura mesoamericana. Empecé a escribir desde que estaba en secundaria como imitación porque gracias a mi mamá nació mi gusto por la lectura- me relató el escritor Santana García.
La señora Mary Carmen Mendoza no leía cuentos infantiles a su hijo, pero poseía libros que por imitación y curiosidad hicieron al pequeño leer el género de terror. Tenía libros de Stephen King, Edgar Allan Poe, Alfred Hitchcock.
No había pesadillas sólo el inicio de una construcción de relatos de horror y terror, que en la actualidad continúan en el gusto del narrador, quien imparte el taller de este género en VisualizArte. Los cuentos escritos en su taller son presentados por los alumnos y expuestos en algunos medios de comunicación.
La pasión de doña Mary Carmen por la lectura motivó al escritor a fomentar en otras personas ese gusto. Además de labor literaria, Santana convoca a estudiantes de escuelas públicas en los niveles de secundaria y preparatoria que radiquen en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas a unirse al programa Nuevas Tintas de Chiapas con el objetivo de brindarles talleres continuos e intensivos por parte de profesionales de la escritura.
Los interesados en el programa deberán tener entre 14 y 17 años, radicar en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas o municipios cercanos, estudiar secundaria o preparatoria en escuelas públicas incorporadas la SEP, ser alumnas regulares. Enviar al correo electrónico: [email protected] su nombre, Narraciones de 10 a 20 cuartillas, en un documento Word, tipografía Times New Roman, 12, interlineado 1.5. Además de acta de nacimiento y constancia de estudios vigente, en PDF O JPG.
Santa García, ha publicado en distintas revistas digitales e impresas de Veracruz, Ciudad de México y Chiapas (Sólo en DF, Voz Universitaria, Chiapas Paralelo, La Bici Revista Infantil), cuenta con un poemario personal editado y publicado por la Secretaría de Educación y Cultura de Veracruz, titulado “Rosas secas”. Actualmente se encuentra en edición su primer libro de cuentos, titulado “Escalera al cielo”.
Doña Mary Carmen Mendoza fomentó la lectura en el niño, como lo propone el método Montessori, con un entorno en casa que invite a la exploración y aprendizaje. Pensaba en los resultados en materia educativa y en el beneficio económico que se obtiene gracias a la formación que las educadoras empíricas brindan a nuestro Estado de manera gratuita, como en el caso de doña Mary Carmen y doña Rita mientras veía una fotografía donde aparecen ambos escritores en una mesa. Espero platicar con ellas pronto.