En el bailable del 20 de Noviembre, Brillante se lució con el ritmo, la perfecta colocación de pasos; las mamás se sorprendieron al verla disfrutar de la música sin poder escucharla. Su maestra estaba orgullosa. Brillante la niña con que no podía escuchar bailaba.
Chepy Salinas fue su maestra de telesecundaria. Ha trabajado en comunidades de la región Palenque, en donde se hablan lenguas, y ha tenido la fortuna de dar clases a niños con capacidades diferentes, como a Cristal Brillante, una adolescente que era sordomuda, pero se comunicaba a través del lenguaje de señas.
-Como maestra manejaba dos grupos multinivel, tenía trabajo administrativo, pero durante el recreo mi alumna me enseñó un poco del lenguaje a señas. Era importante dedicarle tiempo, porque a veces entre los alumnos se castigan con comentarios o burlas. Brillante fue mi alumna de tercer grado. Era destacada en matemáticas, cuando yo escribía operaciones en el pizarrón, antes que sus compañeros ella tenía la respuesta y me la mostraba con el cuaderno. Los niños con capacidades diferentes desarrollan otra habilidad pero necesitan el apoyo de los maestros- me explica Chepy.
Brillante egresó de la telesecundaria. Se ánimo a presentar el examen de admisión a preparatoria. Al sacar su ficha y al ver la condición médica de la niña, le fue negado el acceso, porque quizás podría desenvolverse en el aula, pero al salir corría peligros que la escuela no estaba dispuesta responsabilizarse. Así se apagó una luz en este país. Chepy le aconsejó tomar cursos, prepararse.
¿Cómo se puede lograr un Chiapas incluyente desde la educación? ¿Quién mejor que una maestra que se enloda los pies a diario para comprender las necesidades de los niñxs de regiones marginadas de Chiapas? ¿O establecer el diálogo con Brillante para buscar alternativas incluyentes en su formación?
Chepy me decía que es necesario en lugar de invertir en capacitación brindada por maestros del gremio, a los cuales se les paga hotel, comida… apoyarse en especialistas de la salud que puedan orientarlos y formarlos para hacer frente a niños con problemas de hipoacusia severa, profunda, de psicomotricidad, espasticidad…
Las maestras improvisan pero no saben si actúan correctamente o no. Necesitan orientación para atender los problemas externos que interfieren en el aprendizaje de los niños, familiares, de nutrición, asuntos de capacidades diferentes. Maestros y maestras requieren esa capacitación para lograr que más luces se prendan en nuestro oscuro Chiapas.