“Los seres humanos somos como las estrellas, las estrellas nacen, crecen y se mueren, pero siempre estarán brillando para alguien…” un niño que brilla para Eli.
Gabriel Ramos tituló a una de sus obras Vivir es arriesgarse, pienso en eso cuando subo a la combi y el conductor arranca sin darme tiempo a sentarme, o en los frenones que pueden golpear mi cabeza, un brazo o la columna. Es menos arriesgado ir en combi que subir en un taxi, se sabe que han drogado mujeres y las dejan en otros sitios…, como medida preventiva ves el número de placa y se la mandas a una amiga o a un familiar con la esperanza que llegarás a tu destino.
Bajo de la combi y evito los charcos de agua, los baches, los carteristas. Cruzo la calle, veo al semáforo y que no venga un carro porque aunque no les toca pasan. El nivel de riesgo aumenta si llevo a mi hija e hijo, podría ser peor o aumentar la dificultad de trasladarse si:
- a) llevara un bebé en los brazos y dos niñas que acaban de salir del preescolar.
- b) en uno de esos frenones me golpeara la cabeza y perdiera la vista.
- c) me atropellara un carro y caminara con muletas o me trasladara en silla de ruedas al centro.
- d) sobreviviera a los asaltos, baches, frenones, contaminación auditiva y tuviera ochenta años.
En el caso de trasladarse con niños y niñas existe el riesgo de que cualquiera se golpee, pero no faltan manos que te ayuden a sentarlos, muevan una mochila. También existe el peligro de que los roben o se pierdan.
En el caso de las discapacidades visuales el nivel de complejidad para salir a la escuela a trabajar o recrearse es inhumano. Cerrar los ojos, ponerse lentes oscuros y caminar con un bastón blanco por las calles llenas de baches (si están pavimentadas), cómo ves el semáforo, porque aún no existen los semáforos sonoros, cómo te guías si la contaminación acústica de la ciudad sólo permite escuchar el ruido de las bocinas, los cláxones. Si eres un adulto mayor o una persona con discapacidad, es probable que aunque la combi lleve lugar no te suban*.
Si yo o cualquiera de ustedes amables lectores perdiera la vista, la capacidad auditiva, la psicomotora, las personas de buen corazón nos dirían: tú puedes, pídele a Dios, quitando toda responsabilidad a los gobiernos contenida en el Artículo 21, de la Ley para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en el Estado de Chiapas, donde establece: “El Programa Estatal de Desarrollo Urbano, contendrá lineamientos generales que establezcan la obligatoriedad de incorporar facilidades arquitectónicas y de señalización en la planificación, construcción y remodelación de la infraestructura urbana de carácter público a fin de facilitar el tránsito, libre acceso, desplazamiento y uso de espacios para las personas con discapacidad.”
De ahí la importancia de contar con personas que contribuyan a la sensibilización, al proceso de concientización dirigido a la sociedad, que fomenten la adopción de actitudes receptivas e incluyentes, que promuevan los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad y los hagan valer.
Quiénes vamos a tener un tipo de discapacidad si vivimos, la mayoría de nosotras y nosotros o nuestras madres, padres, o nuestros hijos (tómense en cuenta las secuelas del zika por ejemplo, o la retinopatía en la diabetes), entonces enfrentaremos la falta de conciencia en torno a la discapacidad.
Supe de la Ley de Inclusión de las Personas con Discapacidad en el Estado de Chiapas por una persona que tiene debilidad visual y efectivamente ella puede generar un cambio en las personas con diversos tipos de discapacidad. Es una extraordinaria psicóloga y rehabilitadora visual que enseña a los niños a leer en braille, en compañía de Grupo Visión, conforman una biblioteca virtual para que cualquier niño o niña pueda acceder a diversos libros.
Ella realiza charlas con Ángel Joziel con el objetivo de generar proyectos de rehabilitación e inclusión para las personas con limitación motora desde la Perspectiva de Vida Independiente, porque en San Cristóbal como en Tuxtla tenemos desventajas para una movilidad libre y segura para personas con discapacidad.
Nos comparte su trabajo de psicoterapia con niños en torno a sus duelos y nos enseña lo que aprende de lxs grandes maestrxs: “Los seres humanos somos como las estrellas, las estrellas nacen, crecen y se mueren, pero siempre estarán brillando para alguien…”
Pide se instauren juegos como el goalball, creado para las personas con limitación visual, porque todas las personas tenemos el Derecho al deporte.
Esta persona maravillosa de quien les hablo ha trabajado día y noche por un Chiapas incluyente. Recientemente, le fue realizada una cirugía para que no pierda por completo la capacidad visual, para nosotras es una estrella, para los niños y niñas de Braille.
El Grupo Visión en apoyo a Ella realizará la rifa de un ipad, el costo del boleto es de 50 pesos y pueden conseguirse con miembros de Grupo Visión, en Galería kikimundo, Hidalgo 3, San Cristóbal de Las Casas, con algunas integrantes de Revista Enheduanna (Lorena Vasconcelos en Tuxtla y Valeria Valencia Salinas en San Cristóbal de Las Casas).
Si desea adquirir un boleto puede realizar su depósito a:
Cuenta BANORTE, número 4915 6683 5652 7838 a nombre de Laura Alejandra Fajardo Tobilla.
El depósito se realiza en OXXO y se le toma una fotografía y se envía. En caso de que acabaran los boletos, de todas formas usted puede donar ese dinero que será para que una gran estrella en Chiapas siga brillando.
*Aunque quiero decir que hay un Conejobus en donde abordan personas con discapacidad. Cada vez que una persona con discapacidad hace la parada, el chofer Huver Dovel González, baja una rampa, y empuja la silla, espera a que las personas en silla de ruedas estén sujetas y entonces continúa el camino. El conductor es sumamente amable y lo más importante este vehículo cumple con el Capítulo V. De la Ley para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en el Estado de Chiapas y el conductor fue concientizado y adopto actitudes receptivas e incluyentes, respeta sus derechos y libertades fundamentales.