POR: CECILIA LAVALLE
Las mujeres y el trabajo tenemos una relación que no es bien vista. Y no lo es porque, en general, no se ve; y cuando se ve, se ve a medias y de cualquier manera salimos perdiendo.
Miremos esa relación ahora, a propósito que en medio mundo se celebró el Día del Trabajo.
Según un estudio elaborado por la BBC de Londres con datos del Foro Económico Mundial, y difundido por el Instituto Mexicano de la Competitividad, las mujeres representan en nuestro país más de la mitad de las personas (53 por ciento) que se gradúan de la universidad.
Dicho sea de paso, aunque ese estudio no lo precisa, distintas notas reportan que son mujeres las que obtienen mejores calificaciones y se gradúan en menos tiempo, en comparación con los hombres universitarios.
Sin embargo, del total de mujeres, poco menos de la mitad (48 por ciento) está en busca de un empleo o tiene un trabajo remunerado.
En cambio, 84 por ciento de los hombres está en esa situación.
¿Qué pasa?
Pasa que a las mujeres nos siguen haciendo responsables –únicas o principales– de las tareas del hogar (limpiar, cocinar, lavar y un largo etcétera); y de las tareas de cuidado (que incluyen cuidados y atenciones para con hijas e hijos; pero también los que se prodigan a familiares con enfermedad, discapacidad o en la vejez).
Y pasa también que toooodo eso no se considera trabajo. ¡Pero sin duda lo es! Y es un trabajo no remunerado.
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FOTO: TOMADA DE INTERNET