La violencia física es una forma de abuso que se presenta en diferentes ámbitos y puede llegar a tener consecuencias fatales. Se trata de un acto que inflige daños no intencionales, a través de la fuerza física o el uso de algún tipo de arma o objeto que puede causar lesiones internas, externas o ambas. Esta forma de violencia afecta a mujeres alrededor del mundo, en particular en México. Un estudio de la ENDIREH 2016 estima que 8.4 millones de mujeres han sufrido violencia física por parte de su pareja, de las que 3.1 millones (35.8%) han resultado con daños físicos.
Debido a este problema, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia fue aprobada en 2007 para garantizar los derechos humanos y la igualdad entre hombres y mujeres. Esta ley busca erradicar cualquier forma de maltrato hacia las mujeres y promover un cambio cultural que permita construir relaciones equitativas y respetuosas.
Es necesario sensibilizar a la población sobre los efectos negativos que genera la violencia física y replantear los estereotipos culturales y sociales que impiden el desarrollo pleno del género femenino. El objetivo es lograr un mundo libre de violencia, donde todas las personas puedan vivir sin temor o amenaza alguna.