El techo de cristal es un término acuñado desde el campo de la psicología para referirse a las barreras invisibles, difíciles de traspasar, que representan los límites a los que se enfrentan las mujeres en su carrera profesional, no por una carencia de preparación y capacidades, sino por la misma estructura institucional. Se refiere entonces a las restricciones y obstáculos que impiden a las mujeres acceder y/o permanecer en puestos de responsabilidad o de dirección; o en su desarrollo profesional en etapas como el embarazo o la crianza de hijos e hijas.
Es un concepto útil para poner en evidencia aquellas prácticas discriminatorias que impiden el acceso a puestos de responsabilidad, enfrentar la desigualdad salarial o detectar aquellos procesos que impiden a las mujeres gozar del mismo nivel de reconocimiento y reconocimiento profesional.
Existen herramientas y políticas públicas para abordar el techo de cristal, como programas de mentoría, formación especializada, contrataciones basadas en el mérito y medidas para abordar la desigualdad salarial. Estas herramientas pueden ayudar a reducir el impacto del techo de cristal en la vida laboral de las mujeres.
El techo de cristal es un término acuñado desde el campo de la psicología para referirse a las barreras invisibles, difíciles de traspasar, que representan los límites a los que se enfrentan las mujeres en su carrera profesional, no por una carencia de preparación y capacidades, sino por la misma estructura institucional. Se refiere entonces a las restricciones y obstáculos que impiden a las mujeres acceder y/o permanecer en puestos de responsabilidad o de dirección; o en su desarrollo profesional en etapas como el embarazo o la crianza de hijos e hijas.
Es un concepto útil para poner en evidencia aquellas prácticas discriminatorias que impiden el acceso a puestos de responsabilidad, enfrentar la desigualdad salarial o detectar aquellos procesos que impiden a las mujeres gozar del mismo nivel de reconocimiento y reconocimiento profesional. Existen herramientas y políticas públicas para abordar el techo de cristal, como programas de mentoría, formación especializada, contrataciones basadas en el mérito y medidas para abordar la desigualdad salarial. Estas herramientas pueden ayudar a reducir el impacto del techo de cristal en la vida laboral de las mujeres.
La igualdad laboral es un derecho human fundamental para tod@s. Por lo tanto, es necesario eliminar cualquier forma de discriminación con relación al género para garantizar una igualdad real entre hombres y mujeres. Para esto, se requiere una verdadera transformación social que permita reconocer los roles y habilidades no solo del hombre sino también de la mujer dentro del contexto laboral. Esta transformación requiere cambios legislativos y culturales para garantizar que tod@s tengan igualdad efectiva de oportunidades y remuneración.