Los presupuestos con perspectiva de género son una herramienta clave para promover la igualdad entre hombres y mujeres. Esto se logra mediante la asignación justa y equitativa de los recursos públicos a nivel federal, estatal y municipal. Esta herramienta no solo permite la desagregación de ingresos y gastos para determinar el impacto diferenciado entre mujeres y hombres, sino que también incluye una revisión y aprobación de las reglas de operación de los programas federales desde una perspectiva de género.
En los últimos 24 años en México, se han implementado dos estrategias principales de presupuesto con perspectiva de género: el gasto etiquetado (asignar recursos a programas específicos en determinados sectores) y el presupuesto con perspectiva de género en todo el gasto del Estado mexicano. Además, se publicó un decreto con reformas para incorporar la perspectiva de género en las leyes de planeación y federales de presupuesto y responsabilidad hacendaria, que establece la obligatoriedad de que las reglas de operación de los programas federales sean revisadas y aprobadas desde una perspectiva de género. Estas reformas también refuerzan los mecanismos para que el gasto etiquetado sea irreductible.
Los presupuestos con perspectiva de género son un instrumento clave para abordar las desigualdades existentes entre hombres y mujeres. Los avances obtenidos hasta ahora demuestran que el gobierno mexicano está comprometido con el logro efectivo de la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.