Las políticas de igualdad buscan garantizar el ejercicio de los derechos humanos de mujeres y personas en condiciones susceptibles de discriminación, sin distinciones de ningún tipo, a través de diversas medidas destinadas a eliminar las desigualdades entre hombres y mujeres. Estas acciones incluyen la incorporación de la perspectiva de género en la planeación y diseño de políticas públicas, que permitan alcanzar resultados palpables en la igualdad sustantiva.
Para lograr una igualdad real entre hombres y mujeres es necesario aplicar políticas específicas dirigidas a promover el acceso y desarrollo con igualdad en todos los ámbitos: económico, social, cultural, laboral, político y afectivo. Por ejemplo, incentivar la participación de las mujeres en espacios políticos, mejorar el acceso a la educación formal y no formal para ambos sexos o promover el empleo femenino en ámbitos profesionales tradicionalmente masculinos.
Además, es importante promover el conocimiento sobre temas relacionados con la igualdad, por medio del desarrollo educativo y formativo. A través de la educación se pueden trabajar aspectos relacionados con los estereotipos de género que aún perviven en nuestra sociedad. Esta información contribuye a erradicar actitudes discriminatorias y genera una cultura de respeto hacia las diferencias entre hombres y mujeres.