La Intersectorialidad en las políticas públicas es una forma de abordar problemas y soluciones a gran escala, al involucrar a todos los actores y sectores sociales para lograr un bien común. Esto significa que todos los sectores deben tener la oportunidad de contribuir en el diseño, ejecución y evaluación de las acciones del bien público. Por otra parte, el Estado debe crear una red de atención para satisfacer las necesidades sociales a todos los niveles.
Como ejemplo, en México existen programas para la igualdad entre hombres y mujeres que establecen estrategias, acciones y metas que implican la participación de diversos sectores de la Administración Pública Federal. Estos programas son un ejemplo del carácter intersectorial inherente a las políticas públicas para la igualdad.
En conclusión, la Intersectorialidad es una herramienta importante para alcanzar un objetivo común, ya que permite que todos los sectores trabajen juntos para llevar a cabo proyectos y programas a gran escala. Al mismo tiempo, el Estado tiene la responsabilidad de brindar apoyo y oportunidades a la coalición intersectorial para garantizar que se cumplan los objetivos.