La interrupción legal del embarazo (ILE) se refiere al aborto voluntario que se realiza en un tiempo menor a las doce semanas de gestación. Dado que esta medida está despenalizada desde el año 2007 en la Ciudad de México y en otras entidades del país, la interrupción legal del embarazo constituye un derecho de las mujeres a decidir de manera libre sobre su cuerpo, maternidad y sexualidad.
En México existe un debate que contrapone los derechos adquiridos desde el momento de la concepción, frente a los derechos que una mujer tiene a decidir sobre su cuerpo y las consecuencias en su vida futura; por esta razón, cada entidad federativa regula su propio Código Penal, lo que deriva en que existan estados en los que la interrupción legal sólo está permitida bajo algunos supuestos.
En la Interrupción legal del embarazo aún queda mucho camino por recorrer en el país, ya que, a las limitaciones de la educación sexual y de los derechos sexuales y reproductivos, se suman la precariedad de las condiciones sanitarias, médicas y culturales que rodean a la interrupción del embarazo en niñas, adolescentes, mujeres indígenas, mujeres migrantes y demás mujeres.
De acuerdo con los datos de la Sistema de Información de Interrupción Legal del Embarazo, de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, de abril del 2007 a julio de 2019, 214 mil 165 mujeres acudieron a realizarse interrupciones legales del embarazo, de las cuales 149 mil 074 fueron practicadas a capitalinas; 56 mil 774 a mujeres provenientes del Estado de México; mil 336 a mujeres originarias de Puebla y el resto a mujeres de las demás entidades federativas como Hidalgo, Querétaro, Veracruz, Jalisco y Michoacán. El procedimiento se aplicó también a un total de 63 mujeres extranjeras.
A pesar del avance que representó despenalizar la Interrupción Legal del Embarazo en México existen todavía barreras para su acceso debido al estigma social que rodea al mismo. Muchas personas ven el aborto como un tema tabú y hay quienes no lo ven como una opción válida para decidir sobre su cuerpo. Esta visión limitada se suma a otros factores como el desconocimiento sobre los derechos sexuales y reproductivos lo que dificulta el acceso libre e informado a la Interrupción Legal del Embarazo.
Es fundamental seguir trabajando para concientizar y eliminar todos los prejuicios sobre el tema para que todas las mujeres tengan acceso libre e informado a esta práctica, así como mejorar las condiciones sanitarias en los lugares donde se llevan cabo este tipo de procedimientos.
La interrupción legal del embarazo (ILE) se refiere al aborto voluntario que se realiza en un tiempo menor a las doce semanas de gestación. Dado que esta medida está despenalizada desde el año 2007 en la Ciudad de México y en otras entidades del país, la interrupción legal del embarazo constituye un derecho de las mujeres a decidir de manera libre sobre su cuerpo, maternidad y sexualidad.
En México existe un debate que contrapone los derechos adquiridos desde el momento de la concepción, frente a los derechos que una mujer tiene a decidir sobre su cuerpo y las consecuencias en su vida futura; por esta razón, cada entidad federativa regula su propio Código Penal, lo que deriva en que existan estados en los que la interrupción legal sólo está permitida bajo algunos supuestos.
En la Interrupción legal del embarazo aún queda mucho camino por recorrer en el país, ya que, a las limitaciones de la educación sexual y de los derechos sexuales y reproductivos, se suman la precariedad de las condiciones sanitarias, médicas y culturales que rodean a la interrupción del embarazo en niñas, adolescentes, mujeres indígenas, mujeres migrantes y demás mujeres.
De acuerdo con los datos de la Sistema de Información de Interrupción Legal del Embarazo, de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, de abril del 2007 a julio de 2019, 214 mil 165 mujeres acudieron a realizarse interrupciones legales del embarazo, de las cuales 149 mil 074 fueron practicadas a capitalinas; 56 mil 774 a mujeres provenientes del Estado de México; mil 336 a mujeres originarias de Puebla y el resto a mujeres de las demás entidades federativas como Hidalgo, Querétaro, Veracruz, Jalisco y Michoacán. El procedimiento se aplicó también a un total 63 mujeres extranjeras.
A pesar del avance que representó despenalizar la Interrupción Legal del Embarazo en México existen todavía barreras para su acceso debido al estigma social que rodea al mismo. Muchas personas ven el aborto como un tema tabú y hay quienes no lo ven como una opción válida para decidir sobre su cuerpo. Esta visión limitada se suma a otros factores como el desconocimiento sobre los derechos sexuales y reproductivos lo que dificulta el acceso libre e informado a la Interrupción Legal del Embarazo.
Es fundamental seguir trabajando para concientizar y eliminar todos los prejuicios sobre el tema para que todas las mujeres tengan acceso libre e informado sin condicionamientos sociales o culturales injustificados. Además es necesario mejorar las condiciones sanitarias en los lugares donde se llevan cabo este tipo procedimientos para evitar riesgos innecesarios para las usuarias.