La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres define la igualdad de género en su artículo 5 fracción IV como «la situación en la cual mujeres y hombres acceden con las mismas posibilidades y oportunidades al uso, control y beneficio de bienes servicios y recursos de la sociedad, así como a la toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar». Esta igualdad se establece como un derecho a través del artículo 4º de la Constitución, mientras que el artículo 1º prohíbe toda forma de discriminación. Además, se ha reconocido internacionalmente a través de instrumentos como la Declaración de México sobre la igualdad de la mujer y su contribución al desarrollo y la paz (Conferencia del año de la Mujer, 1975) y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en inglés, 1979).
Es importante destacar que el respeto a los principios del derecho a la igualdad es fundamental para construir una sociedad justa e inclusiva. La desigualdad de género tiene repercusiones importantes en el ámbito social, laboral y económico. Se requiere, por tanto, una mayor concienciación y actuaciones concretas para erradicarla. Es necesario impulsar políticas dirigidas hacia la igualdad salarial, el acceso equitativo a la educación, el empoderamiento de las mujeres dentro del ámbito profesional, el fomento de una cultura de respeto hacia los derechos humanos y el trabajo contra todas las formas de violencia de género.