Las brechas de desigualdad de género son un indicador estadístico que indica la distancia existente entre mujeres y hombres en un mismo indicador. Esta cuantificación ha estimulado la formulación de estadísticas y la creación de medidas para entender y monitorear los efectos de la desigualdad.
Los datos oficiales sobre las brechas entre mujeres y hombres muestran una desigualdad en el acceso, uso, control y participación en la distribución de recursos, servicios, oportunidades, beneficios, derechos y libertades. Por ejemplo, el indicador «uso del tiempo» mostró una brecha de desigualdad de género de 30.7 puntos porcentuales, ya que las mujeres dedican 47.7% de su tiempo a trabajos domésticos y cuidados, mientras que los hombres solo dedican 17.0%.
Los indicadores para medir las diferencias entre mujeres y hombres están disponibles en el Sistema de Indicadores de Género (SIG) del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).
Las políticas públicas son fundamentales para combatir estas desigualdades. La implementación de programas e iniciativas que promuevan la igualdad entre los géneros es esencial para reducir las brechas. Además, resulta necesario involucrar a todos los actores relevantes para lograr un cambio real.
Finalmente, es importante destacar que el combate a la desigualdad no solo es una labor institucional sino también ciudadana. Es necesario trabajar juntos para lograr una sociedad realmente igualitaria.