Patricia Carolina Pérez Espinosa/ La Trinitaria, Chiapas
“En mi sueño apareció una señora que estaba embarazada, esa señora dio a luz y yo lo levanté el bebé, era una niña que venía” , así describe Elva Mercedes, partera de la colonia Allende, perteneciente al municipio de La Trinitaria Chiapas, lugar que guarda costumbres ancestrales, entre ellas la partería, oficio en el que muchas mujeres destacan por su trayectoria y experiencia, entre ellas, doña Mercedes de 51 años de edad.
La partería abarca la atención a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, así como la atención que recibe el/la recién nacido/a. Incluye medidas destinadas a prevenir problemas de salud en el embarazo, la detección de anomalías, la búsqueda de asistencia médica si es necesario, y la aplicación de medidas de emergencia en ausencia de ayuda médica, según la página https://www.who.int/topics/midwifery/es/ de la Organización Mundial de la Salud.
El don a través del sueño…
La mayoría de las parteras que ejercen esta labor sin conocimientos previos coinciden en que el oficio de la partería es un “Don” que se les fue otorgado mediante un sueño. “…En mi sueño me pasaron mi alcohol, mi algodón, mi tijera, todo me lo pasaron y que yo lo naciera esa criatura, que yo lo envolviera. Yo soñé una señora de aquí y esa misma noche ella se alivió en el hospital y sí coincidió mi sueño con su nacimiento…”, resalta doña Elva.
No todxs las personas vienen destinadas con este don, son pocas lxs que saben de esto y en la colonia Allende son únicamente tres las personas que tienen estos conocimientos, las tres son mujeres, entre ellas destaca Mercedes, quien desde los 22 años tuvo el sueño en donde le fue otorgado el conocimiento de la partería, y desde entonces apoya con su don a quien lo necesita.
Como ella menciona “…las parteras estamos para ayudarles, para darle un crecimiento al/la bebé…nosotras somos como una incubadora que lo tenemos que amacizar el/la bebé, y ya llevarlo ya listo para el hospital, en donde va a nacer adecuadamente…” si así lo piden las futuras madres.
El oficio de la partería…
Con esta labor que realizan mayormente mujeres, muchas viven el proceso de alumbramiento en manos de ellas. Para eso es necesarios que las parteras tengan todos los cuidados necesarios hacia la madre y recién nacido/a, “…atención pre concepcional, atención prenatal, atención de parto y puerperio (cuidados inmediatos y mediatos), manejo de riesgos asociados al alumbramiento (hemorragia obstétrica)…” es lo que deben considerar según Juan Carlos Santiago, enfermero y paramédico de Protección Civil de La Trinitaria.
Las parteras no sólo atienden el proceso de parto, también pueden realizar reacomodos de los/las bebés cuando están en el vientre, “…algunas hasta te pueden decir el sexo del bebé con solo tantearnos porque te empiezan a mover todo tu cuerpo, te levantan, porque a veces se siente que el/la bebé baja, te molesta, te incomoda, entonces vas con ella y lo empujan…”, cuenta Mari Cruz Espinosa, habitante de esta colonia.
Las parteras cuentan con los elementos básicos para los cuidados que conlleva su oficio: guantes, alcohol, vendas, gasas, tijeras, e incluso con una cama o camilla especial para atender a las mujeres que necesiten de su servicio; algunas atienden en su casa o cuando la situación lo amerita, llegan por ellas para llevarlas a donde se encuentra la paciente.
El papel de la mujer en la partería…
A finales del siglo XV la Medicina se volvió una disciplina académica y una profesión establecida, con lo cual la exclusión de las mujeres se agudizó. No eran admitidas para practicar o trabajar en los hospitales o eran rechazadas por las asociaciones médicas, lo cual les impedía el reconocimiento legal para ejercer, según la página http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-80272014000200002.
Antes del siglo XVI no era posible que un hombre fuera partero, con el paso del tiempo, algunos comenzaron a realizar ésta práctica, pero no superan en número a las mujeres parteras.
Hoy en día a pesar de que la Medicina convencional ha ganado terreno a la Medicina tradicional, aún quedan parteras o comadronas en esta colonia, con las que muchas mujeres asisten sobre todo durante el proceso de embarazo, acuden a realizarse revisiones para llevar un control.
En esta colonia la existencia de las parteras es primordial, ya que acuden con frecuencia a ellas, no solo del lugar sino de lugares circunvecinos, y son reconocidas en gran parte del municipio.
Ayudar me hace feliz…
Las parteras no tienen un tiempo de trabajo específico, las mujeres acuden a ellas en el lugar y momento menos esperado, cumplen con un papel importante, dan su tiempo y ayuda a quien la necesita, “…son importantes, ojalá no se pierda esa costumbre de que hayan parteras, porque hasta cierto punto son necesarias, cuando una está embarazada ayuda mucho a que el/la bebé lo acomode, cosa que un doctor/a o enfermero/a no lo hace…”, cuenta Mari Cruz.
Mercedes es esposa y madre de dos hijos varones, al mismo tiempo que ejerce la parterìa, por ello reparte los quehaceres del hogar para que pueda realizar esta práctica cuando la necesiten, “…Yo me siento feliz, porque yo no aprendí, así solito se me dio, y ahorita ya puedo ayudar a las mujeres a tener un buen control de su embarazo y cuidar al/la bebé hasta que nazca…” son palabras de la experimentada partera de esta comunidad.