Por: Gabriela Montoya
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.- «Sonrisas callejeras» es un colectivo conformado por jóvenxs estudiantxs de diferentes carreras en diferentes universidades, se han unido con el objetivo de poder hacer reír, dar cariño, amor y un poco de alegría a niñxs, abuelitxs y cualquier personas que se deje envolver en la magia y alegría de estos chicxs.
El objetivo de este colectivo es, según Samantha Peña una de las fundadoras del colectivo, “ir a dar sonrisas a personas que tal vez están un poco olvidadas o que lo necesitan” enfocados básicamente en valores como las sonrisas “el amor el cariño y apostando a más cosas, a ser más intuitivos, más humanistas” agrega Carlos Ramírez.
Los lugares que han visitado son hospitales, orfanatos, colonias, barrios, el centro histórico de la ciudad y próximamente un asilo, y lo que buscan es trabajar con diferentes sectores de la población niñxs, niñxs vendedores ambulantes, adultos y chicxs.
Juan Carlos Martínez
LAS PRIMERAS SONRISAS
El colectivo surge de la idea de Samantha Peña una de las integrantes. “Le dije a un amigo que fuéramos a un hospital para darle sonrisas a las personas que están ahí” fue así como compraron narices y cada uno de ellos avisaron a amigxs, conocidxs o personas que pensaban que les interesaría la idea; “posteamos en el Facebook a quién le gustaría salir a dar sonrisas al hospital y ya se anotaron”
Con emoción y llenos de entusiasmo llegaron todos a la primera cita al Hospital de Las Culturas, no era para curarse de alguna dolencia física ni tampoco llegaban como doctores a revisar a sus pacientes, llegaban a darles un medicamento diferente que consistía en una dosis de felicidad junto con una cápsula de amor para lograr una sonrisa en cada uno de los que estaban ahí; sin embargo, no fue del todo como ellos se lo imaginaron que sería pues “nos encontramos con niños que no pensamos ver, yo pensaba ver a niños tal vez recién operados o con alguna infección en el estómago entonces llegas y ves a niños sin una pierna, sin un brazo, quemados, con alguna embolia o en alguna fase sumamente terminal” y aunque uno de lxs que acompañaba al grupo, optó por esperar afuera de las camillas, los demás decidieron continuar con el trabajo y hacer reír a esos pequeños. Ahora se dan cuenta que aunque en un inicio no estaban “preparamos emocionalmente para eso, para ver este tipo de enfermedades, nos ayudó para todos y todas».
Anteriormente estaban constituidos como grupo o proyecto sin embargo ahora han decidido formarse como colectivo, tratando de hacer un grupo y un lineamiento más sólido teniendo como objetivo es hacer más actividades.
Juan Carlos Martínez Pérez
REPARTIENDO SONRISAS
Actualmente el colectivo lo conforman aproximadamente más de 10 personas dentro de los cuales están Karen del Rocío Robledo Espinoza, 20 años estudianta de Psicología; Carlos Eduardo Ramírez Flores, 20 años estudiante de Historia; Lili López estudianta de Historia y tesorera del colectivo; Ami López Santis, 17 años estudiante de preparatoria; Víctor Hugo Méndez Gómez, 19 años estudiante de intervención educativa en la UPN; Carlos Manuel Guzmán Gómez estudiante de comunicación intercultural, productor de hip hop y presidente del colectivo; Blanca Ruth López, 23 años estudianta de economía, secretaria del colectivo; Juan Carlos Martínez Pérez, 21 años, estudiante de Comunicación Intercultural, fotógrafo del colectivo y Samantha Peña Hernández , 19 años y estudianta de Sociología.
Cada unx aporta de manera diferente al colectivo de acuerdo a las carreras que estudian “cada carrera que estudiamos, cada uno de nosotrxs es algo influyente porque también realizamos estos procesos que hemos tenido de conocimientos y también los llevamos a cabo aquí no al 100% pero los podemos aplicar y siempre conseguimos más de lo que esperamos y es lo que nos tiene aquí y seguimos en esto”.
Las mayores dificultades que han tenido para llevar a cabo las actividades son la organización interna, ya que no todos coinciden en tiempo para poder ir a los diferentes lugares como menciona Lili López “queremos organizarnos para ir a un hospital pero luego la mayoría no puede, la asistencia se nos complica”. Así también, al ser un colectivo con pocos integrantes, otro conflicto que se les presento recientemente fue en una actividad que compartió nuevamente Lili López “el 30 de abril hicimos una actividad pero hubieron personas de más, que no esperábamos y como el grupo todavía no estaba bien conformado y un poco ´pequeño nos faltó más seguridad para las personas y para nosotros».
El recurso económico ha sido uno de los limitantes que también ha tenido el colectivo como comenta Samantha Peña: “casi todos somos estudiantxs sólo una persona trabaja y hemos estado siguiendo el lineamiento de trabajo de donaciones si alguna persona le gusta nuestro trabajo nos dona 200 pesos y con eso compramos maquillaje, narices y juguetes, no siempre hay donaciones y no siempre tenemos dinero nosotros”.
Ante ello, han optado por actividades como platica Blanca: hacemos una tipo postal lo ponemos en Facebook, como nuestra última actividad fue el día del niño, le pusimos que personas que quisieran donarnos juguetes ya sean nuevos o usados o dinero, lo podían hacer por medio de un número de teléfono” así como también la ayuda de amigxs y personas que comparten con ellxs la misma idea y les ayudan con dulces o dinero, “igual nos surgió la idea de hacer una quermés cada quien dio de su bolsa, donando alimentos y cuando nos vinieron a comprar fue que surgieron más fondos para hacer lo que teníamos que hacer para la actividad del día del niño”.
La preparación es un factor importante sin embargo se les ha complicado ya que como menciona Carlos Manuel también conocido como “Zota” “la preparación porque también somos un colectivo que está comenzando de igual de las actividades que realizamos no hay muchos grupos que hagan algo similar y nos cuesta ciertas actividades de llevar esto a la sociedad o más allá” aunque también han logrado encontrar a personas que les apoyan con cursos y talleres para su formación.
Cuentan con la colaboración de otros grupos o colectivos como «Libros Vagabundos» y «Cine Callejero» que apoyan en diferentes actividades prestándoles sonido, proyectores o en el caso de la quermés, donando comida.
Juan Carlos Martínez Pérez
MAS QUE DE UNA NARIZ Y UNA SONRISA
Dentro del colectivo tienen un elemento que es la parte fundamental de lo que hacen, es objeto que al ponérselo dejan atrás enojos, tristezas, pleitos todo lo que no deje fluir la alegría y el positivismo, ese objeto es la nariz roja de payaso que se colocan todos antes de comenzar el gran espectáculo para robarles una sonrisa a cada uno de los presentes.
Carlos Eduardo comparte el significado de la nariz roja para el colectivo “desde un punto de vista personal sería el corazón de una persona, citando a muchas personas que ya lo han dicho es ‘el corazón en donde debe ir una nariz’, es una representación ya que lo primero que una persona ve es la nariz y al colocarte la nariz roja puede ver tu corazón y es lo que se quiere dar a entender, es como nosotros queremos mostrar nuestro corazón hacia las demás personas” es por eso que todos se la colocan, para que lo primero que perciban todos sea esa nariz grande y roja que simboliza sus corazones sacándoles una sonrisa desde el corazón.
Juan Carlos Martínez Pérez
Las actividades que ellos realizan varían puede ser desde el juego de la sandía que consiste en repetir palabras en rima en diferentes tonos, bailar, saltar la cuerda, romper una piñata, narrar un cuento, una historia o una anécdota o compartir momentos especiales con los niñxs “se trata de volver a ser niños y niñas pero siendo conscientes y yéndose en un punto de mejora” comenta Carlos Manuel.
Las sonrisas para ellos tiene un significado diferente, significa aprendizaje, satisfacción, integración y hasta es resultado de dejar atrás los miedos “yo creo que dentro de cada actividad siempre hay un logro nuevo siempre hay un nuevo conocimiento que tenemos que podemos desarrollarlo para actividades nuevas mejorar y buscar nuevas formas” menciona nuevamente Carlos Manuel.
Cada unx, alrededor de este tiempo ha descubierto diferentes maneras de hacer sonreír a las personas pero la emoción y la satisfacción es algo en lo que todos coinciden y siente por igual. Blanca nos comparte “Podemos ver las actividades que hemos hecho y siento que como personas hemos crecido, tal vez cada uno tenemos defectos pero al ser parte de este colectivo puedes explayarte y puedes sacar a esa persona que está dentro de ti, tenemos un símbolo que es la nariz y al ponértela eres una persona totalmente diferente, puedes demostrarte que puedes hacer sentir feliz a una persona”.
Por su parte Karen del Rocío hace una reflexión acerca del colectivo “he descubierto algo nuevo en mí y siento que en cada actividad descubrimos algo diferente y yo considero que un logro que hemos alcanzado es conocernos, porque de cierta forma siento que esto va a llegar a algo más y podemos actuar a más y si no de cierta forma creo que entre todos nos hemos ayudado entre nosotros”.
Anteriormente realizaban actividades cada que coincidían en tiempos ahora buscan poder hacer una actividad por mes y reunirse cada tres semanas para elaborar actividades e ideas nuevas para el colectivo.
Finalmente agradecen a todas las personas que han donado “por que con sólo que nos donen de una nariz a 500 pesos ya es un gran gesto, al igual a «Cine Callejero» y «Libros Vagabundos» y todas esas personas que nos han apoyado siempre”
Los puedes encontrar en las calles con el corazón en la nariz haciéndote reír o en el Facebook como “Sonrisas Callejeras”