Mar Rodas, vio en el emprendimiento una forma de superarse. De contar con ingreso económico extra. Por ello, desde el 22 de enero del 2018, el día de cumpleaños de su mejor amiga, inició con el proyecto Nárinda accesorios.
Esta iniciativa surgió porque se encontraba sin trabajo, y caminaba en el centro para comprar un regalo. Ingresó a una tienda de bisutería, donde compró un poco de material, con el que elaboró un par de aretes que entregó a su amiga, quien se maravilló de la pieza y la animó a fabricar para vender. El nombre de la empresa fue encontrado en un diccionario chiapaneco y puesto a una votación familiar, en donde todos se decidieron por Nárinda, que significa brillo o resplandor.
Desde esa fecha, ella ha ido mejorando los modelos que realiza. Como las pulseras que están hechas de hilo chulo y de diferentes tipos de piedras como ágata, acerina, amatista, piedra volcánica, aventirina, cristal, entre otras. Mientras que los aretes están confeccionadas de hilo de seda.
La actividad puede durar de 20 minutos hasta una hora, esto, depende de cómo sea el accesorio. Aunque aclara que le gusta ver los detalles y si realmente les gustará a las personas que va dirigido.
Sin embargo, parte de su sello es usar ámbar en casi todas sus piezas y saber qué es lo que más les gusta usar a sus clientes, así como de sus colores favoritos, ya que esto depende mucho de la personalidad. Otro aspecto que toma en cuenta es el tipo de cara que tienen.
“La verdad lo que quiero es que las personas que utilicen los accesorios que realizo se sientan seguras de sí mismo y como el mismo nombre de la marca lo dice que ‘brillen’”, comparte en entrevista Mar Rodas, quien invita a las mujeres que quieren emprender un negocio lo intenten.
“Nosotras las mujeres tenemos la suficiente inteligencia, el corazón sensible pero también las manos firmes para trabajar y sacar adelante nuestros proyectos. Todo es cuestión de creer en ti”, dice la entrevistada quien invita a checar su página en Fácebook para que se enteren de los descuentos o rifas de piezas que va dirigido a hombres y mujeres, niños y niñas, y a bebés que los protegen para el mal de ojo.
La abuelita de Mar Rodas, luciendo un par de aretes confeccionados en Nárinda.