Es importante hablar de la menstruación y el cuidado natural, enfatiza Yasmín C. Ovalle, quien en el 2013 inició el proyecto personal Mi Luna Mi Tierra-Alternativas Menstruales Sanas, con el objetivo de dar a conocer formas positivas de relacionarnos con un proceso totalmente natural. Otro aspecto, es hablar sobre los alcances de esa relación positiva que se refleja directamente en la autoestima y que lleva a cuestionar a profundidad otros mandatos e imposiciones sociales.
Sin embargo, esto surgió después que asistió a un círculo de mujeres en el ejido La Candelaria, zona cercana a San Cristóbal de Las Casas: “El encuentro duró dos días, hubo temazcal, compartimos comida y en un momento de reunión empezamos a contar nuestras experiencias con la menstruación. Por primera vez en mi vida escuché a mujeres hablar con amor y llamarle ‘lunita’ a su menstruación, también hablaron sobre su energía curativa al ofrendarla a la tierra”.
Después de esta experiencia, Yasmín llegó a su casa e hizo sus toallas a mano con ropa que ya no usaba, y las usó en cuanto se pudo. No obstante, tres meses después de usarlas y de ofrendar su sangre a la tierra pidiendo por favor que toda la tristeza y dolor que sentía (acababa de terminar una relación) se convirtiera en fuerza, energía y sanación.
Sin embargo, al cuarto mes empezó a preguntarse por qué en los medios nunca había visto un solo comercial de toallas de tela, si los beneficios para las mujeres eran tantos. A partir de ahí, tomó la decisión de empezar a hacerlas para darlas a conocer y que todas las mujeres pudieran sentir todo lo bueno a nivel físico y emocional, que un pequeño cambio podía lograr en sus vidas.
Respecto al nombre del proyecto, informa que, de manera ancestral en diversas culturas, las mujeres han honrado a la luna y a la menstruación, sangre que es sustento de vida, sinónimo de fertilidad, de capacidad creadora e intuitiva, y no un momento de vergüenza ni algo que esconder: “Debido a su conexión con la luna y sus fases, a la menstruación también se le llama ‘luna’ o ‘lunita’. Mi Luna Mi Tierra, proclama con amor la conexión natural de nuestra sangre menstrual, la luna y la madre tierra”.
Sobre las posibilidades que le permite como mujer y gestora de este proyecto, es “poder compartir desde mi experiencia personal todo el crecimiento humano que le debo a usar toallas ecológicas. Antes del feminismo conocí las toallas ecológicas, y usarlas me permitió conectarme de una forma amorosa con mi cuerpo y mi menstruación, lo que sin duda fue el inicio de algo que yo llamo en mi vida ‘abrir los ojos’. Si todas las mujeres nos diéramos está oportunidad sería el inicio de un gran cambio”.
Por tanto, comparte que, a lo único que aspira es a ofrecer a través de sus creaciones, es acceso a la información y a los medios, para que cada vez más mujeres vivan menstruaciones conscientes, sin importar el contexto socioeconómico.
Las toallas están laboradas con tela exterior 100 por ciento de algodón, relleno de microfibra y dos capas impermeables, todas tienen alas y broches de presión. Su tiempo de duración es de 2 años en adelante, esto depende de con cuántas otras toallas se intercalan en su uso. Para las interesadas pueden adquirir el producto a 60 o 140 pesos. El precio varía de acuerdo al tamaño: pantiprotector, regular, abundante y nocturna. Las pueden encontrar en línea en la página oficial Mi Luna Mi Tierra-Alternativas menstruales sanas-https://www.facebook.com/pg/Mi-Luna-Mi-Tierra-Alternativas-Menstruales-Sanas-813482835361061/about/
Cabe resaltar que, por la contingencia por el Covid-19, cuentan con envíos a domicilio o en punto de encuentro. Asimismo, está preparando un pequeño espacio para la Colectiva Raíces, en donde tendrán un punto fijo de venta que próximamente se dará a conocer.