Por: Gabriela Montoya
Esta historia no inicia con un “había una vez”, esta historia inició tres siglos después de que se desarrollara la escritura, alrededor del año 2354 ADC fecha en que nació la protagonista de esta historia: “Una Princesa que no es de cuento… Enheduanna”, nacida en la ciudad de Ur hija del rey Sargón I también conocido como “El Grande”.
Sargón fue el primer rey que bajo su mandato en la ciudad de Ur según Pepe Cervera (2013) unificó las ciudades Estado de la Alta y Baja Mesopotamia en un único imperio, controlando una vasta región desde el Mediterráneo al Mar Rojo hasta su muerte en 2215 ADC. La madre de Enheduanna fue Tashlultum quien se casó con Sargón y aunque suene a cuento “tuvieron muchos hijxs” entre ellxs, a Enheduanna.
Cada sílaba de su nombre, tiene un sentido: “EN” quiere decir “Alta sacerdotisa”, “HEDU” “ornamento” y “ANNA” significa Cielo, según la investigadora Ale Mendé (2014):
SACERDOTISA ENHEDUANNA
Fue nombrada por su padre Gran Sacerdotisa del Dios de la Luna Nanna o también llamado como Sin, el puesto era sumamente poderoso ya que era la única que podía nombrar a cualquiera de los mandatarios de la ciudad por lo cual sus funciones en este puesto fueron religiosas y políticas.
Vivió en un templo cercano a lo que hoy es el Golfo Pérsico, mantuvo el puesto de Gran Sacerdotisa hasta la fecha de su muerte, la cual aún no se tiene una fecha exacta, al reverso de una de tabletas aparecidas con su nombre del temprano primer milenio contiene un texto el cual podría estar haciendo referencia a su nacimiento según la traducción de Rivas, Robert (2011) dice:
“Mi madre sacerdotal me concibió; secretamente
Me trajo al nacimiento
Me coloco en un Arca, hizo trabar mi puerta.
Me confió al río, que no me hundió.
El río me trajo hasta aquí, el labrador,
Quien me condujo a ser su hijo…
Durante mi jardinería,
La Diosa Ishtar, me amó, y durante
Cincuenta y cuatro años
Mío fue el reinado”
La mayor prueba física de la existencia histórica de Enheduanna fue encontrada en una de las zonas del templo de Nanna en Ur y consiste en tablillas de terracota con sus escritos, algunos restos cerámicos y joyería.
POETISA, MÚSICA Y COMPOSITORA
A lo largo de la vida de Enheduanna y principalmente durante su cargo como sacerdotisa, escribió una gran variedad de poemas e himnos religiosos en su mayoría escritos para el Dios de la Luna Nanna y a la Diosa Sumeria del Amor.
Citando a Pepe Cervera (2013) “en la actualidad se conservan 42 himnos que enaltecen diferentes ciudades de Sumeria y Acadia como Eridu, Sipary Esnunna”.
A continuación se presenta un extracto del poema “La exaltación de Enheduanna a Inanna” el cual está compuesto por un total de 18 estrofas en las que se habla sobre la felicidad y desastres de la Diosa Innana según la traducción de Rivas, Robert (2011).
LA EXALTACIÓN DE ENHEDUANNA A INANNA
INNANA Y LAS ESENCIAS DIVINAS
Señora de todas las esencias, luz plena, buena mujer
vestida de esplendor
a quien el cielo y la Tierra te aman,
amiga del templo de An
tú llevas grandes ornamentos,
tú deseas la tiara de la grande sacerdotisa
cuyas manos sostienen las siete esencias,
las has escogido y colgado de tu mano.
Has reunido las esencias sagradas y las has puesto
apretadas sobre tus pechos
INNANA Y AN
Como un dragón has cubierto el suelo de veneno
como el trueno cuando ruges sobre la Tierra
árboles y plantas caen a tu paso.
Eres una inundación descendiendo desde
una montaña,
¡Oh primaria,
Diosa Lunar del cielo y de la Tierra!
tu fuego sopla alrededor y cae sobre
nuestra nación.
Señora montada sobre una bestia,
An te da cualidades, ordenes sagradas
y tú decides
tú estás en todos nuestros grandes ritos
¿Quién puede entenderte?
INNANA Y ENLIL
Las tormentas te prestan alas,
destructora de nuestras tierras.
Amada por Enlil, tú vuelas sobre nuestra nación
tú sirves a los decretos de An.
Oh mi señora, al oír tu sonido
colinas y llanuras reverencian.
Cuando nos presentamos ante ti,
aterrados, temblando en tu clara luz
tormentosa,
recibimos justicia
nosotros cantamos, los lamentamos y
lloramos ante ti
y caminamos hacia ti a través de un sendero
desde la casa de los enormes suspiros
INNANA E ISHKUR
Tú lo derribas todo en la batalla.
Oh, mi señora sobre tus alas
llevas la segada tierra y embetises
enmascarada
en una atacante tormenta,
ruges como una rugiente tormenta,
truenas y sigues tronando y resoplas
con vientos malignos.
Tus pies están llenos de inquietud.
En tu arpa de suspiros
yo escucho tu canto fúnebre
INNANA Y LA ANUNNA
Oh, mi señora, la Anunna, los grandes
Dioses,
Aleteando como murciélagos delante de tuyo,
se vuelan hacia los farallones.
No tienen el valor de caminar
delante de tu terrible mirada.
¿Quién puede domar tu furibundo corazón?
Ningún Dios menor.
Tu malevolente corazón está más allá de la
templanza.
Señora, tú sedas los reinos de la bestia,
tú nos haces felices.
Tu furia está más allá de la temblanza,
¡Oh hija mayor de Suen!
¿Quién te ha negado alguna vez
reverencia,
Señora, suprema sobre la tierra?
INANNA Y EBIH
En las montañas en donde no eres
venerada
la vegetación esta maldita.
Tú haz convertido en cenizas sus
grandes entradas.
Por ti los ríos se inflan de sangre
y la gente no tiene nada que beber.
El ejército de la montaña va hacia ti
cautivo
espontáneamente.
Saludables hombres jóvenes desfilan
ante ti
espontáneamente.
La ciudad danzante está colmada de
tormenta,
conduciendo a os hombres jóvenes
hacia ti, cautivos.
También es considerada como la primera música por la escritura de diferentes himnos que al igual que los poemas la mayoría son de temática religiosa. El más conocido hasta del momento es el “Himno a Inanna” (Diosa del Sumeria del Amor) el cuál era utilizado durante el ritual en honor a la Diosa según la traducción de Rivas, Robert (2011).
“HIMNO A INANNA”
Señora de todos los poderes
en quien la luz aparece,
una luz radiante
amada por Cielo y Tierra,
tiara-coronada
sacerdotisa del Más Alto Dios,
mi señora, tú eres la guardiana
de toda grandeza
tu mano sostiene los siete poderes:
tú alzas los poderes de ser,
tú lo has colgado sobre tus dedos,
tú has reunido los muchos poderes,
los has abrochado ahora
como collares sobre tu pecho.
**********
Como un dragón,
envenenaste el suelo-
cuando le rugiste la tierra
en tu trueno,
nada verde podía vivir.
Una inundación cayo de la montaña:
Tú, Inanna,
primera en el Cielo en la Tierra.
Señora cabalgando una bestia,
tú lloviste fuego sobre la cabeza de los
hombres.
tomando tu poder del Altísimo,
señora de los grandes ritos
¿quién puede entender todo lo que es
tuyo?
**********
Fue en tu servicio
que entré por primera vez
en el templo sagrado,
yo, Enheduanna,
la más alta princesa.
Portaba el canasto ritual,
cantaba tu alabanza.
Ahora he sido arrojada
al lugar de los leprosos.
Llega el día,
y la luminosidad
es oculta a mi alrededor.
Sombras cubren la luz,
la entapizan en tormentas de arena.
Mi bella boca sólo conoce la confusión.
Aun mi sexo es ceniza.
**********
Oh, mi Señora
Bienamada del Cielo,
he dicho tu furia con verdad.
Ahora que su sacerdotisa
ha regresado a su lugar,
el corazón de Inanna se restaura.
El día es auspicioso,
la sacerdotisa está vestida
en hermosas túnicas,
en femenina belleza,
como en la luz de la ascendente luna.
Los dioses han aparecido
en sus legítimos lugares,
el umbral del Cielo exclama “¡Salve!”
alabanza a la destructora dotada de
poder,
a mi Señora envuelta en belleza.
Alabanza a Inanna.
En conclusión Enheduanna no solamente fue la Gran Sacerdotisa de Nanna sino que también fue Poetisa, Música y hasta podría ser considerada como la primera cronista ya que fue ella quien escribió la crónica del derrocamiento de su padre y el destierro de su familia.
En la parte trasera del disco tallado en el alabastro translucido encontrado en el santuario de Ur contiene un escrito con su información.
Según Ale Mendé (2014) “los eruditos la llaman la ‘Sheakespeare de Sumeria’ porqué sus himnos son conjuros en capas, de un tejido que dice de diferentes aspectos de la actividad humana”
Las tablillas encontradas no solidifican solamente la prueba física después de 4300 años de Enheduanna sino que forman parte de evidencias de que dentro de la historia de la literatura de la humanidad, el primer escrito con firma de autor ha sido Enheduanna, la primera escritora del mundo.
BIBLIOGRAFÍA
Según Ale Mendé (2014), “LA MARCA ANCESTRAL DE ENHEDUANNA”, ENHEDUANNA mujeres en la historia de la Literatura Universal [En línea]. Disponible en: <enheduannaur.blogspot.mx/2014/01/la-marca-ancestral-de-enheduanna.html?m=1>
Pepe Cervera (2013), “Enheduanna, la primera escritora de la historia”, Noticias [En línea]. España. Disponible en: <blog.rtve.es/retiario/2013/04/enhedunna-la-primera-escritora-de-la-historia.html>
Rivas, Robert (2011). “ENHEDUANNA, LA PRIMERA ESCRITORA”, Idiomas olvidados [En línea]. Disponible en: <inutilesmisterios.blogspot.mx/2011/12/Enheduanna-la-primer-escritora.html?m=1>