Por Colibrí Petirrojo
* Mitos domésticos
Los mitos comenzaron a existir hace muchos años, cuando las sociedades comenzaron a cuestionarse el origen de fenómenos naturales, sociales o espirituales que ocurrían a su alrededor.
Todas las sociedades tienen mitos y muchos de estos se parecen entre sí.
La función de los mitos ha variado con el paso del tiempo. Antes eran para darle una explicación a las cosas, y ahora son más para hacer propaganda y controlar a las sociedades. En el caso de los padres utilizan los mitos para que sus hijxs lxs obedezcan.
Algunas familias, sobre todo de origen rural, conservan la tradición de contar mitos a sus hijxs. Al contarlos, los padres pueden en algunos casos llegar a intimidar a sus hijxs.
En el caso de la educación hay dos tipos de mitos. Unos ayudan a formar y otros sirven para controlar y dar miedo. Como La llorona, El coco, El chango o El cadejo. Estos mitos son muy antiguos pero han ido cambiando con el tiempo.
En la niñez la mayoría de lxs niñxs confían plenamente en sus padres y en lo que les dicen pues ellos son su ejemplo.
Sin embargo conseguir obediencia de lxs niñxs contándoles mitos no es la mejor forma de hacerlo. Pues puede, como en todo, haber consecuencias positivas y “negativas”.
Entre las positivas para los padres está que lxs niñxs obedecen y no replican. Y algunas negativas serían que lxs niñxs viven con un miedo que después lo transmiten a más personas. Ese problema es uno de los más graves pues también ocasiona la pérdida de seguridad en sí mismx. Esto a su vez trae varios problemas emocionales a las personas cuando van creciendo.
Pero todo esto lo podemos mejorar poco a poco con pequeños pero significativos cambios. Sugiero a los padres que traten de decirles la verdad a sus hijxs siempre ¡Para no romper la hermosa confianza que nos tienen!
Eduquemos a nuestrxs niñxs con verdad i Y mucho amor!
SOY UNA CHICA FUERTE QUE SUEÑA CON LA PAZ Y EL AMOR EN EL MUNDO:
Colibrí Petirrojo