La Covid-19 no es una aliada, tampoco una enemiga a vencer… creo que es un motivo, una oportunidad grande de reflexión acerca de nuestros modelos de vida, de las estructuras que hemos creado para “convivir en sociedad”, que hasta el momento vemos colapsando, pues únicamente fueron creadas para sometimiento de lxs humanxs. Con estas palabras la artista plástica Lucy Ovilla, nos abre las puertas desde su casa de manera virtual. A través de una charla en messenger, la pintora narra cómo ha vivido la contingencia sanitaria ante la pandemia y como ha comentado, no ha enfrentado al virus, pero sí se ha acercado a su fragilidad humana. También detalla sobre el proyecto AMOROVIRUS, en donde invita a ser partícipe y generar una pandemia virtual.
Ovilla, es una artista visual, pintora y escultora chiapaneca, que ha participado en exposiciones colectivas e individuales. Ella ha opinado en distintas ocasiones que el arte es un instrumento para llegar al alma, aspecto que no sólo dice sino pone a prueba mediante las piezas que crea.
Lucy, ha participado en varios conversatorios y exposiciones virtuales con compañeros de México y el cono sur: Bolivia y Perú. Asimismo, ha visto El Castillo Vagabundo, por onceava vez.
El arte, la introspección, observación y reflexión, son las herramientas que le han permitido acercarse a su fragilidad, a su limitación y a su vulnerabilidad que es manejada a través del miedo. Asimismo, ha estado cuestionando todo, intentando hacer arte desde la impermanencia y lo efímero, desde la transitabilidad del llamado tiempo. Por tanto, busca la expresión artística nueva, fresca, “transgrediendo la ontología del Arte Tradicionalmente”.
La ontología, añade, ha sido considerada como una teoría de los objetos. Por tanto, la búsqueda, tratamiento, y naturaleza de cada tipo de objeto (concreto-abstracto, existente-inexistente, ideal-verdadero, dependienteindependiente) de la realidad ha sido matizada de diferentes maneras por las diferentes tradiciones filosóficas. “Tan sólo quiero olvidarme de la división y etiquetación del mundo y las explicaciones del mundo”.
AMOROVIRUS: EPIDEMIA UNIVERSAL
Sin embargo, en este confinamiento, ha brotado un virus altamente contagioso llamado AMOROVIRUS, el cual espera se haga una epidemia universal. Con esto, se creará un repositorio de obra de artistas en el confinamiento. Obras de pequeño formato la cual sea susceptible de ser exhibida de manera presencial.
“Es un proyecto-virus, en donde los artistas que deseen participar crearán un objeto-sujeto-no objeto relacionadas con EL CONFINAMIENTO, al que nos hemos visto sometidos por la pandemia COVID-19. En la cual, su motivación artística se origine desde un análisis meditado de su situación particular en contraste con las consecuencias sociales. Que la obra sea una declaratoria positiva, porque nos urge reducir las oleadas de miedo y pánico que vivimos a diario y así contribuir en el restablecimiento del equilibrio psicológico. Preponderando en dicha pieza, nuestras capacidades humanas, como la solidaridad, la esperanza, el trabajo colaborativo, el amor, la fraternidad, el respeto, la confianza, el compromiso, la lealtad, la amistad y otras tantas capacidades y emociones que han permitido a la humanidad unirse para la consecución del bien común”.
Lucy Ovilla, informa que este repositorio dará la oportunidad y la posibilidad de diseñar propuestas curatoriales que contribuyan a aumentar las posibilidades interpretativas y teorizar sobre el Aporte Social del Arte en tiempos de pandemia: “Quien esté interesado les dejo mi contacto para mayor información”.
AHORA SÓLO PRECISO TRES COSAS…
“¿Algunas veces, te has trepado al castillo vagabundo, llamando a las puertas del misterioso castillo del mago Howl, el único capaz de liberarte de tu sortilegio? ¿Haz visto a una bruja con cuádruple papada, una puerta con quíntuple dimensión, un espantapájaros aristocrático y un servicio doméstico fogoso?», cuestiona Ovilla, quien puntualiza que vive en la pura poesía levitante, hebras de amor hechizado; imaginación a raudales.
“Aún sigo frente a la fuente mecánica de átomos azules sosteniendo un puñado de hilos eléctricos tendidos hacia el universo, con la bodega repleta de tuercas oníricas bien engrasadas… y la nave va. Ahora tan sólo preciso tres cosas en la vida: una recámara grande, un huerto y un columpio”.