Ni una menos, es una coreografía creada por Liliana Velázquez, la cual surgió a partir de la inquietud que le provocó las cifras de feminicidios que iban en aumento durante el confinamiento a causa del Covid-19.
Durante su estancia en el estado de Puebla, acostumbrada a estar informada, vio un video que le atormentó mucho. Por esta noticia se cuestionó y reflexionó cómo podría aportar a la comunidad. De esa forma inició el proceso de crear Ni una más bajo la línea de la danza contemporánea. Una obra en donde buscó sensibilizar, reflejar y visibilizar esa violencia que es ejercida hacia las mujeres.
En esta obra, de una duración de siete minutos aproximadamente, participan: Mariana Alemán, Karina Espinosa, Ximena Ortega, Guadalupe Santiago, Steph Sánchez y Liliana Velázquez.
Fotografía: Eduardo Torres.
“Con esta pieza me di cuenta que los tiempos de creación se han modificado, gracias justamente a la idea del proceso, como la búsqueda y la experimentación nos permite ir probando distintas maneras de llegar a ese resultado”, comparte.
Además, esta posibilidad le permite poner el cuerpo en expresión “para poder mostrar y denunciar lo que el gobierno y la sociedad no quieren ver ni escuchar, exigiendo un poco, un sistema eficaz que no dé derecho a delincuentes”.
La propuesta, fue beneficiada de El Arte Ayuda, convocatoria emitida por el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta), con el título La danza sensibiliza. Asimismo, formó parte del programa del Día de la Mujer, en el Hostal Casa de Zeferina; en el segundo Festival en Conmemoración al Día Internacional de la Danza que organiza el CENCA- SSC, en el Teatro Hermanos Domínguez; y del Festival de la Danza, en el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa.
La joven coreógrafa, ha tenido como temas e inquietudes: la violencia, la corrupción, la política, el suicidio, la delincuencia y el desempleo. Ha hecho varias obras de mediano formato. Ha sido reconocida en el Encuentro de Solos de Danza Contemporánea en Chiapas: 2017 mejor intérprete con Bonita, en colaboración con Alexander Herrera; Koya 2018; y mejor vestuario con Tak-til nail, en el Encuentro Danzando desde mi raíz, que organiza el Ceunach.
“He creído siempre que, la danza, no sólo puede sanar un cuerpo, si no también sacudir consciencias. Así como la danza fue primitiva para el ser humano como un medio de comunicación, creo que puede resignificarse y crear otros caminos para ser mejores humanos”, menciona.
Liliana Velázquez, egresada de la licenciatura en Danza de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), considera que la danza contemporánea justamente invita a poner en valor ese espíritu revolucionario en relación al estado actual de la danza, “como existen diferentes elementos que pulsan y generan nuevas formas de mover o de movernos. Me parece crucial, hoy en día, estar más cerca de estos movimientos, poder observar y entender las nuevas prácticas que Chiapas está viviendo”.