Texto y Fotos: Dulce García
(Colaboración)
Iris Dorantes es una joven jazzista Chiapaneca; que se fue hace unos años a vivir al Distrito Federal con la finalidad de estudiar matemáticas en la casa de estudios más grande de nuestro país la Universidad Autónoma de México (UNAM), pero de camino a la escuela se percató que muy cerca de ahí había una escuela de música la G Martell y decidió entrar para quedarse ahí por dos años en un curso técnico de bajo eléctrico, dejando a un lado la otra carrera.
Al finalizar el curso Iris se entera que en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) habían abierto la carrera en jazz y música popular fue así que ella decide regresar al estado de Chiapas para cursarla.
Toca el bajo eléctrico, ella eligió este instrumento porque cuando era pequeña su padre le había enseñado a tocar la guitarra y eso la llevo a elegir el instrumento que hoy la distingue como música. “El bajo aunque en una canción no se distinga por sí solo, es la base de una melodía”.
Va por su último año universitario pero aparte de ser estudiante, también es maestra de música en una escuela particular en el centro de la ciudad. “La experiencia dando clases ha sido muy satisfactoria porque poder ver como tus alumnos van aprendiendo el lenguaje de la música es algo que te llena como profesionista”.
Una de las cosas más complicadas de la música a las que se enfrentado es que la carrera tarda varios años a comparación de otras, y tener la paciencia para terminarla no ha sido fácil, sin embargo el próximo año Iris será la primera mujer en graduarse de la licenciatura en jazz y música popular de la UNICACH.
El año pasado tuvo su primer concierto como solista en el auditorio Jaime Sabines de Tuxtla Gutiérrez como parte de su formación académica, pues este concierto se da a mitad de la carrera y es un parte aguas para pasar de lleno a la siguiente etapa universitaria.
Artísticamente Iris admira a la bajista Esperanza Spalding y en lo personal admira la entereza de su abuela.
Iris se define como una música profesional en proceso. “Los ingredientes que se necesitan para dedicarte a la música son: Disciplina, dedicación, talento aunque el talento sin disciplina no sirve de nada” define Iris.
“Los tiempos que exige la música son bastantes rigurosos en cuanto al trabajo, y en cuanto al estudio no hay forma de mentir, si no te esfuerzas se nota la practica tiene que ser constante para crecer profesionalmente, la música no te permite dejar de tocar porque te pierdes, y en la música nunca dejas de aprender así que el día que sientas que lo sabes todo en ese instante ya no lo hagas más”.
A parte de la música Iris disfruta cocinar, pintar y leer.En cuanto a sus metas lo primero que está en su lista es terminar la carrera y de ahí comenzar una maestría, para después arreglar, componer y escribir música que es lo que más disfruta. Para lograr consolidarse como un música completa y en algún momento de su vida planea regresar al Distrito Federal.