Por Frida Cartas
Recientemente se lee por la redes sociales mucha preocupación e indignación por el asesinato de mujeres transgénero y transexuales, que cabe señalar también son feminicidios puesto que son mujeres y sus cuerpos feminizados son igualmente considerados desechables por los machos, misóginos y asesinos feminicidas.
Pero tal discurso se contradice atrozmente cuando en las calles, las marchas, los coloquios, los encuentros, las jornadas y hasta en las mismas redes sociales, vuelve a caer en el esencialismo, la biología y ese genitalismo heterocapitalista que a nadie beneficia más que a la dicotomía hegemónica y el poder patriarcal.
Ojalá que en su #NosQueremosVivas incluyeran en realidad a las transgénero y transexuales, porque el like o el retuit no basta.
Y es que critican puntualmente el falocentrismo de este mundo misógino y androcentrista, pero las vemos caer irremediablemente en el vulvacentrismo y el clítoris como centro, ¿de lucha?
Cuando gritan la consigna: Pucha con pucha lesbianas en la lucha, ¿qué creen? Algunas trans son lesbianas, y no, no tienen pucha. Cuando usan la vulvaseñal para dennotar poder femenino, ¿qué creen? La feminidad y su poder no radican en una vulva. Cuando exigen respeto a “mi cuerpo” pero hurgan entre las piernas de las trans, ¿qué creen? Las agreden y las violentan porque género no son genitales. Y para acabar pronto ni ustedes ni nadie tienen derecho a mirarle el cuerpo a otras, y menos a sacar conclusiones o juzgarlas.
Y ojo que yo no estoy acusándolas de transfóbicas ni estoy diciendo que no deban sentirse liberadas, empoderadas y gustosas de sus labios vulvares o clítoris, la que los tenga que los disfrute, faltaba más. Lo que yo estoy señalando es que para efectos de la colectividad y de reconocer toda la diversidad de mujeres que somos (o incluso toda la diversidad de mujeres que aún teniendo vulva no quieren serlo), esto no ayuda ni suma, y mucho menos incluye.
Eso estoy diciendo, ni más ni menos. Que se me entienda bien.
¿Y si mejor guardamos todo ese genitalismo para aquelarres, talleres, espacios cerrados, la cama y alcoba privada, y dejamos de pregonarlo como símbolo de ser mujer en el mundo? ¿O vamos a seguir hablando de penes y de vulvas porque se piensa que eso es liberación sexual y emancipación de la sexualidad?
Y si creen que exagero escribiendo esto, deberían googlear un manifiesto de algunas trans europeas que incluso hablan de lo agredidas que se sienten con el “polla violadora a la licuadora”, ¿porque qué creen? Algunas trans tienen polla.
En fin. Las transexuales y transgéneros, por si no lo saben, enfrentan la marginalización, la pobreza, la precarización para acceder a un tratamiento médico digno o cirugías de reasignación, la exclusión laboral, el escarnio de la propia familia, la burla burocrática y administrativa, y cuando las asesinan, siguen siendo violentadas llamándolas “un hombre vestido de mujer”. Recuerden eso cuando digan preocuparse por todas las mujeres pero desde su privilegio CIS y su ciberactivismo de mucha preocupación e indignación. Por favor recuérdenlo.
Es urgente erradicar todas las violencias y hacer valer todos los derechos de todas las mujeres, claro, pero para eso también debe combatirse dentro del feminismo este faCISmo que lastima e invisibiliza. Porque el feminismo faCISta existe, eh, no me lo estoy inventando, y nos aniquila brutalmente, nos mata sin balas. Debe extinguirse ya, pues sólo reproduce el CISexismo y le da más poder a ese poder que busca matarnos a todas. A todas.