Texto y fotografía: Josué Ballinas*
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS.- “Con enojo y frustración” “Muy vulnerable, sola, e impotente” “Sin ningún valor” “Asustada”, estos son algunos de los sentimientos presentes entre las Cosplayers tras haber experimentado algún tipo de acoso sexual y violencia de género mientras realizaban esta actividad.
Realizar Cosplay (Abreviación de Custom Play) se ha vuelto una práctica popular entre los jóvenes y adultos de nuestra generación debido al auge que han tenido la internet y redes sociales en esta última década, pero, lo que en un principio es una actividad recreativa, tiene un oscuro panorama donde quienes forman parte de la llamada “Cultura Pop/Geek” (Cultura Popular) saben de este problema, uno del que casi no se suele hablar, pero del que todos estamos conscientes de su existencia.
El fenómeno del Cosplay es enorme, su impacto en la cultura pop no ha hecho más que crecer desde su origen en los años 70’s, ha pasado de convertirse en una práctica únicamente de ocio al ámbito profesional, teniendo eventos tan importantes como el World Cosplay Summit (Campeonato Mundial de Cosplay) donde hace unos años causó revuelo en nuestro país debido al triunfo de una pareja de mexicanos en dicho evento.
La participación de la mujer dentro del cosplay es totalmente destacable, miles de chicas se han vuelto increíblemente populares volviendo el cosplay parte de su vida y una fuente de ingresos donde sus fanáticos brindan su apoyo a sus Cosplayers favoritas para que así estas continúen realizando y mejorando sus trajes. Pero, aunque el panorama pinte bien este trabajo no esta exento de incidentes y situaciones de acoso o violencia de género en contra de las Cosplayers, de hecho, parece algo tan normalizado que se ha vuelto un tabú hablar abiertamente de ello.
VIOLENCIA DE GÉNERO Y ACOSO SEXUAL, UNA REALIDAD ABRUMADORA
La violencia de género y acoso sexual son dos conceptos que van totalmente de la mano, Unwomen.org (ONU Mujeres) y Xunta de Galicia explica al primero como “La violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo” y al segundo como “El contacto físico no consensuado, por ejemplo, cuando una persona agarra, pellizca, propina bofetadas o realiza tocamientos de índole sexual a otra persona. Incluye también otros tipos de violencia no física, como abucheos, comentarios sexuales, la solicitud de favores sexuales, miradas sexualmente sugerentes, acecho o exhibición de órganos sexuales.” Siendo el acoso una consecuencia o tipo de violencia de género.
La violencia contra la mujer es una problemática social realmente constante en nuestro país, es una realidad que no puede omitir porque se vive diariamente, aunque es malo no parece raro el tener conocimiento de alguna amiga o familiar que ha pasado por una situación sumamente incomoda como lo es una situación de acoso o violencia contra su persona. Y reafirmo el que no es raro ya que al tener datos como el proporcionado por ONU Mujeres donde nos dicen que “a nivel global, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual a lo largo de su vida” y en México, “al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia donde el 41.3% de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual.”
Yendo al terreno del Cosplay, como les mencionaba, no es algo exento de esta problemática, más bien pareciera que una mujer que se dedica a esto suele ser más vulnerable a experimentar este tipo de situaciones. En una encuesta realizada de manera digital a más de 40 Cosplayers mexicanas pudimos observar que el 92% de ellas han sido víctimas de acoso o violencia mientras realizaban cosplay.
DESDE LA CONVENCIÓN HASTA LA RED, NO HAY LUGAR SEGURO.
Hacer cosplay es algo que nació en las convenciones y eventos durante los años 70´s y desde entonces ha mantenido la esencia de realizar esta actividad cuando se asiste a dichos espacios, en nuestro país tenemos grandes exponentes como la “Expo TNT” o “La Mole ComicCon” que se llevan a cabo en la ciudad de México, pero también existen múltiples eventos a lo largo del territorio nacional que son realizado de manera local. Aun así, el cosplay ha trascendido durante esta era digital a la realización del cosplay para posteriormente ser compartido en las diferentes redes sociales.
El contraste entre lo maravilloso que suele ser el realizar cosplay con las malas experiencias que suelen vivir las cosplayers es algo que muchas de ellas tienen presente. Rosa Fernández “Baikan Cosplay” cuenta que para ella el caracterizarse de sus personajes favoritos es algo muy especial y significativo en su vida ya que desde niña era fan del anime y el cosplay, siempre maravillada de quienes acudían caracterizados, en cambio menciona que “Siempre que iba a los eventos y convenciones el chavo de la tienda estaba pendiente de mí porque tú sabes, de por si una mujer la lleva, ahora caracterizada de Morrigan y otros personajes similares, pues…”
En cuanto a su experiencia en eventos Kate una cosplayer por pasatiempo dijo que “como es común en el cosplay algunas chicas usualmente llevan faldas cortas, lo cual yo no le veo el problema, pero la verdad es que a la gente si le lleva mucho el morbo de la situación de las faldas cortas y veía que muchas personas intentaban pedirme fotos y todo normal, pero unas que otras me agarraban de la cadera o tenían comportamientos extraños conmigo…, hay chicos que hasta piensan que por vestirte del personaje eres como un objeto y te tienen demasiada confianza como para estarte tocando, no me tocaron de más pero si fueron toques que me incomodaron demasiado”.
En muchas ocasiones estos eventos no garantizan la seguridad de quienes acuden con un cosplay, anécdotas de situaciones de acoso o violencia en estos eventos abundan por la red y es alarmante saber que loa eventos y convenciones ocupan el primer puesto de los lugares donde suceden casos del acoso físico con un 69% de los votos sobre un 31% que representan los lugares públicos como las plazas o parques. “no faltaban los tipos que querían fotos extrañas, me trataban de quitar la parte de abajo a cada paso que daba” “luego luego te toman de la cintura o piden acariciarte el cabello” “Había un grupo de tipos intentando tomarme fotos debajo de la falda” “me seguían por toda la convención” son algunos de los comentarios que salen cuando preguntas ¿Cuál es tu peor experiencia haciendo cosplay en un evento?
Muchas veces estas situaciones se extienden hacia las redes sociales, Baikan cuenta que en una de las tantas convenciones a las que asistió llegó a toparse a una persona de nombre Fernando “él comenzó a hostigarme, comenzó a enviarme solicitudes de amistad de la nada en Instagram y Facebook, consiguió mi número telefónico, por no ser grosera llegue a cruzar 2 o 3 palabras con él y me empezó a enviar What’s pidiéndome que si podía caracterizarme de personajes para salir con él y que si quería yo tener relaciones con él. Empezó a inventar chismes sobre mi persona, de repente me enteré que supuestamente ya me había acostado con él y que no sé qué, o sea, muchísimas cosas. Yo creo que nada más lo vi de pasó una vez en la convención y lo llegué a saludar para una foto que me pidió”
La internet como se ha venido repitiendo, es parte fundamental de la popularidad del cosplay en la actualidad, gracias a la facilidad que representa para todas las personas el subir fotografías y videos haciendo cosplay a las plataformas existentes desde la comodidad de nuestros hogares, al mismo tiempo siendo esta accesibilidad una gran oportunidad para el público interesado en seguir y apoyar a sus cosplayers favoritas. Sin embargo, la aparente libertad que da el hacer uso de la internet puede desencadenar en situaciones muy desagradables de violencia digital y ciber acoso.
En el articulo sobre violencia digital de Cimac Noticias escrito por Aline Espinosa Gutiérrez se menciona que la violencia digital o Ciberviolencia puede presentarse de diferentes formas, algunas como el ciberbullying (acoso psicológico), sexting (mensajes sexuales), stalked (perseguir, acechar y acosar de forma compulsiva a una persona), grooming (acoso de una persona adulta hacia una niña o adolescente), shaming (actos que tienen como objetivo avergonzar a la víctima) y doxing (publicación de información privada sin el consentimiento de la persona).”
Aunque no tan conocidas, las páginas de tablones de imágenes anónimas como Hispachan y Lolnada han representado un peligro para la filtración de información personal e imágenes de carácter intimo no solo para las Cosplayers mexicanas, sino para la comunidad latina en general “La verdad si me ando cuidando mucho, tiene un año que me hicieron un hilo en Lolnada y ese hilo tardo seis meses en cerrar, fue una situación muy fea para mí y quedé super paranoica…El Anonimato empodera… En Lolnada e Hispachan han quemado a gente de formas muy feas, recién a Hato (Cosplayer y streamer mexicana) subieron incluso su dirección» menciona una de las chicas encuestadas.
La encuesta sobre las plataformas donde existe mas registro de casos de acoso y violencia hacia las Cosplayers demostró que las páginas de Facebook con el 39% son el lugar donde más frecuentes son las situaciones de ciberviolencia seguido de las cuentas personales con un 22%, Instagram con el 18%, TikTok 8% Twitter con el 6%, páginas web (Tablones Anonimos) 4% por ultimo los correos electrónicos, Twitch y Youtube con el 1% cada uno. Siendo el acoso sexual via inbox y los mensajes de odio hacia las Cosplayers por su apariencia física las causas de que ellas lleguen a abandonar este pasatiempo.
SER COSPLAYER EN UNA COMUNIDAD DONDE TODOS SE HACEN DE LA VISTA GORDA
Encarnar a nuestros personajes favoritos es una experiencia única y que no solo quienes tienen la oportunidad de ser partícipes de ella pueden disfrutar, sino que también el público que suele aglomerarse alrededor de estas increíbles personas que incluso llegan a pasar meses para elaborar sus trajes. El mundo del cosplay es gigantesco, pero forma parte de una comunidad aún más grande de fanáticos de diferentes series, películas y videojuegos parte de la cultura popular.
Como hemos visto anteriormente el cosplay en primera instancia da la impresión de ser una actividad recreativa de lo más armonioso, dejando de lado aspectos como el riguroso trabajo de elaboración de los trajes, esto se debe a que las personas esta comunidad han normalizado todas estas practicas que atentan contra la integridad de las Cosplayers, el tratarles de putas por como se visten y excusando las actitudes misóginas con frases como “van muy descubiertas” “ella se lo buscó” “esa es la esencia del cosplay” “con ese cosplay se nota que lo quería” “es tu culpa por vestirte así” y donde además, cuando una tiene el valor suficiente para alzar la voz suelen apagarla desprestigiándola por ser mujer y porque una mujer que hace cosplay es “vacía” o” tonta”.
La normalización del acoso dentro de la comunidad suele llegar al punto de volverse común escuchar que el ignorar todo es la única solución para continuar realizando cosplay “Pues, a pesar de que una se siente mal solo queda ignorar todo eso” y en el peor de los casos abandonar el cosplay es la última alternativa.
inclusive la normalización de varias practicas se han vuelto un meme, como el que en plataformas con mensajería vía inbox como lo son Facebook e Instagram el recibir las llamadas “Dick Pics” (fotografías de miembros masculinos) suele ser el pan de cada día para quienes tienen cuentas exclusivas para subir su contenido.
LA LUZ EN LA OSCURIDAD
La cultura popular o cultura pop es un tema que da para abordar completamente en otra ocasión, pero en este momento solo es posible resaltar el hecho de que ha sido el nido de cientos de expresiones artísticas, dentro de ellas el cosplay como una forma de homenaje a los personajes que tanto amamos.
En la actualidad hablar del acoso en el mundo del cosplay es algo que muchas personas pasan por alto, pero que a su vez más personas se detienen a observar y analizar las acciones erradas que se han llevado a cabo por décadas dentro de una comunidad que peca de estar repleta de acosadores. esto sumando a la fuerza que han tenido los movimientos en pro de los derechos de la mujer, han traído consigo una ola de cambios, donde varias artistas digitales, Cosplayers y paginas enfocadas en la comunidad como COS-PLAYER, se han pronunciado en torno a esta problemática con la finalidad de hacer conciencia y motivar a no quedarse calladas quienes viven esto día a día.
Parece lejano un futuro donde el acoso tanto físico como en línea desaparezca, las Cosplayers puedan disfrutar de realizar lo que les gusta sin miedo y las menores que comienzan en este mundo puedan sentirse tranquilas de que no pasarán por estas malas experiencias, la aprobación de medidas y leyes como la Ley Olimpia son un gran paso hacia ese futuro, pero el verdadero reto es fomentar el cambio desde adentro.