Tlali es una escuela maternal, prescolar y primaria que enraizó en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, gracias a las manos sembradoras de Laura Ares Paredes y de Itxaro Paz, dos mujeres que creen en la educación integral como herramienta para transformar el mundo, atendiendo las emociones y la individualidad de los niños y las niñas.
En náhuatl, Tlali significa “Tierra” y a Laura y a Itxaro las condiciones para la siembra se les presentaron hace 12 años como una oportunidad de enraizar esta educación alternativa para las familias sancristobalences.
Se siembra también, según cuenta Laura en entrevista telefónica, en una etapa de renacimiento y duelo para ella pero con la idea fija de hacer posible un espacio educativo donde no sólo se impartan materias sino se atiendan las emociones y la individualidad del ser, es decir, una educación integral. Laura considera a la escuela Pinguinos como su cuna, porque ahí aprendió las herramientas para una educación alternativa hace muchos años.
Se trata de un proyecto de autogestión de mujeres y emprendimiento familiar ya que ambas educadoras lidian con la gran labor que significa la siembra de un trabajo educativo y el de cuidar y formar a sus hijxs.
“Lo más difícil ha sido compatibilizar la responsabilidad absoluta del proyecto y el cuidado de mi hijos. He pasado por momentos de estrés, sentirme sola, con mucha responsabilidad… me tranquiliza que mis hijos están conmigo en mi escuela. Pero toda esta experiencia me ha hecho creer que una mujer puede gestar un proyecto, y estoy muy agradecida porque he podido dar algunos pasitos” cuenta Laura.
Ambas maestras están convencidas de lo importante que son las emociones y cómo nos atraviesan en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es por ello que “generamos confianza, diálogo, cercanía, hay muchas mamás solteras y de repente se convierte un espacio de escucha”.
Explica que con la Educación integral, “atendemos todas las dimensiones del ser: física, emocional. Trabajamos por proyectos, le damos el protagonismo del aprendizaje a las niñas y niños, y las herramientas para su autonomía y para aprender a aprender”.
La maestra considera que se realiza un trabajo horizontal, y aunque “hay quienes impulsamos el proyecto, pero todas somos iguales, buscamos personas que se identifiquen con el trabajo, y sobre todo con vocación y entrega…para mi es más importante que se tenga curiosidad, interés, inquietudes que un título, porque se busca, desaprender todo lo aprendido”.
En esta etapa de Contingencia, Tlali ha apostado por una contención escolar, sugiriendo actividades a voluntad de las familias ya que muchas de ellas están vinculadas con el comercio y el turismo y sólo se ha pedido una cuota solidaria para cubrir la renta del espacio, a las familias que pueden pagar.
Explica que la escuela no se encuentra aún reconocida en la Secretaría de Educación, pero siguen indicaciones oficiales así como el calendario de la Sep y vinculan la currícula al plan de estudios oficial.
Para ambas maestras, Tlali es un espacio para “dar conocer al mundo que otra educación es posible, no hay escuela perfecta, pero el esfuerzo de salir de estos esquemas arcaicos vale la pena porque estamos acompañando a las presentes generaciones”.
Tlali se encuentra ubicada en la calle Yajalón número 9, barrio El Cerrrillo.
FB: TLALI, Espacio educativo de educación integral.