“Si me pasa algo que dejen mi cuerpo afuera de la Fiscalía para ver si así hacen algo” dice Rosaura Conde Sánchez, quien lleva dos años dando vueltas para que se le hagan efectivas las medidas precautorias, que en el 2016 le concedieron debido al hostigamiento que ha padecido de su ex pareja, José Manuel Herrera Pérez.
Rosaura Conde Sánchez y José Manuel Herrera Pérez contrajeron matrimonio en 1998. Tuvieron dos hijas, una de ellas ya tiene 22 años, y la menor, 11 años. En el 2012, Rosaura decidió separarse del padre de sus hijas e interpuso una denuncia por violencia física en su contra.
Desde el 2012 a la fecha el expediente que tiene por su caso es tan grande que ya no cabe en su bolsa. Desde que interpuso su denuncia ha tenido que entablar otras actas, hablar con diferentes ministerios públicos, jueces y hasta llegó a tener una entrevista con el ahora gobernador, Rutilio Escandón Cadena, cuando era el titular del Poder Judicial del Estado, nada de eso ha dado un resultado satisfactorio.
En estos años, Rosaura ha escuchado y visto de parte de las autoridades de impartición de justicia de todo, desde que le dicen que lo mejor que puede hacer es cambiar de domicilio para que su ex pareja la dejé de hostigar hasta que han intentado “reconciliarla” con él y pedirle que le dé otra oportunidad.
“Cuando puse la denuncia en el 2012 todavía estaba de fiscal de la mujer, Rosa Cariño Pozo. Él –José Manuel Herrera Pérez- llegó una vez a una audiencia y le gritó a una de las asistentes de la fiscal y cuando llegué, ella me salió con que le hiciera favor de decirle que no volviera a llegar con esa actitud cuando yo era la que estaba llegando a denunciar” cuenta la agraviada.
Desde que se separaron, José Manuel Herrera Pérez no ha dejado de hostigarla, acechándola en su casa y su trabajo, el cual tuvo que dejar Rosaura por temor a un nuevo escándalo o a ser agredida. El sujeto ha llegado a colocar cárteles en su colonia con la fotografía de ella acusándola de adulterio y difamándola.
En junio del 2016 logró que una juez emitiera medidas precautorias para que él no se le acercara a 150 metros, pero ha hecho caso omiso y las autoridades también han sido omisas en hacer valer el resolutivo.
En noviembre del 2017, José Manuel Herrera Pérez llegó al domicilio de Rosaura para amenazarla, ella llamó a la policía municipal, quien después de muchos alegatos aceptó llevárselo detenido. “Les decía que tenía una orden de restricción para que no se me acercara y les mostraba el documento y los policías me decían que tenía que ser reciente, de tanto accedieron a llevárselo, y tuve que ir a la Fiscalía de la Mujer a meter otro oficio, pero como era domingo me dijeron que no era ahí donde me podían atender que tenía que ir con la jueza, que me dio las medidas precautorias, en fin que cuando llegué a la cárcel municipal ya lo habían soltado porque habló Roberto Pérez Moreno, quien en ese entonces era delegado de gobierno en la zona metropolitana, que es su primo, para que lo liberarán”.
Además de las medidas precautorias del 2016, en febrero del 2018 se emitieron otras por el asedio constante que sufre Rosaura, se le impuso 72 horas de arresto y una multa de 30 días de salario, pero ni purgó la condena, ni pagó el recurso económico porque alegó que no tenía trabajo.
El caso de Rosaura está con la jueza Claudia Lucia Domínguez Acuña del juzgado primero de lo familiar de Chiapas, que ni siquiera ha hecho lo necesario para que se logré el divorcio de la quejosa.
Encima de todo esto, José Manuel Herrera Pérez interpuso una denuncia en contra de Rosaura por lesiones ya que asegura que e lo mandó a golpear, lo cual señala la quejosa: “es absurdo porque yo soy la que anda pidiendo que él me deje de hostigar, ni siquiera le pido pensión o algo para mis hijas, si no que ya me deje en paz, que pueda yo trabajar sin medio”. Tuvo que comparecer el 03 de junio por esta demanda.
El acceso a la justicia para Rosaura en este estado no es ni pronta ni expedita, para ella de la Fiscalía General del Estado y del Poder Judicial del Estado no se hace uno, toda la publicidad sobre la impartición de justicia para las mujeres le suena a una vil mentira. Aún con eso piensa que todas las mujeres que son agredidas de alguna manera deben de denunciar y no dejar a la deriva sus casos con todo y lo que se tiene que padecer en las dependencias de procuración de justicia.
Rosaura Conde Sánchez exigió a la Fiscalía General del Estado hacer efectivas las medidas precautorias, y al Poder Judicial del Estado emitir ya una sentencia favorable en su caso que le permita continuar con su vida sin miedo a ser agredida porque de nada le servirá a sus hijas que su cuerpo termine a las afueras de las dependencias de gobierno que se negaron a escuchar sus demandas.