Los feminicidios están en aumento y esa es una realidad que no podemos omitir. Si bien es importante cuestionarnos seriamente con quiénes y cómo nos estamos relacionando las mujeres; cómo el amor romántico y la heterosexualidad nos están matando, entre otras preguntas fundamentales para la salvaguarda de nuestras vidas; también es importante cuestionarnos si vamos a esperar a que los gobernantes hagan algo por nuestras vidas.
El feminicidio es considerado el último grado de violencia hacia la mujer o “el asesinato sistemático de mujeres por ser mujeres lo que los convierte en un crimen basado en el género” (Diccionario de la transgresión feminista). En México fue tipificado como delito, gracias a la labor de la legisladora feminista Marcela Lagarde en el 2006.
Posteriormente y como resultado de las luchas feministas, se redactó y promulgó la “Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”, en el 2007 y en el 2008 en Chiapas, se publicó la “Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en el Estado de Chiapas”.
En ellas, se contempla la prevención y erradicación del feminicidio para lo cual se creó un instrumento llamado Alerta de violencia de género, que esa misma ley la define en su artículo 22 como “el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad”.
No obstante que se cuenta con todo este andamiaje jurídico e institucional, la realidad ha demostrado que de nada ha servido ante la insensibilidad, corrupción y subestimación que un sistema político misógino tiene hacia las vidas de las mujeres.
Sólo por mencionar 3 ejemplos: Puebla, Estado de México y Chiapas.
En la primera entidad, cuando organismos civiles solicitaron la declaración de AVG por el aumento de feminicidios de mujeres en manos de sus parejas, muchas de ellas embarazadas, la directora del Instituto de Mujeres (INMUJER) Lorena Cruz Sánchez, instancia a quien le compete junto con otras emitir la AVG, declaró a la prensa que “no siempre es necesaria” esta herramienta para reducir el delito, y señaló que el estado está por debajo de la media nacional en este indicador, aunque no precisó las cifras reales.(Diario Cambio, 2015)
En el caso de Chiapas, en 2014 la organización Colem que preside Martha Figueroa solicitó ante la instancia correspondiente, la declaración de AVG en Chiapas ante las cifras alarmantes: “La directora del Conavim dijo que 156 muertas no alteraban la paz social por lo que rechazó la implementación de la alerta de género en ese momento”, relata en entrevista Figueroa. (Revista Enheduanna, junio 2016)
En el Estado de México, donde sí está implementada la AVG, las muertes por feminicidio no han cesado desde que se declaró en 2015, y en tan sólo un año se detectaron 87 feminicidios de los cuales 50 eran muerte violentas. (Animal Político, abril de 2016).
Estos casos reflejan una cruel realidad: de nada sirve contar con herramientas legales si quienes dirigen las instancias no tienen la mínima intención de ponerlas en marcha; no sólo están cubiertas de insensibilidad sino las guían una profunda corrupción, recordemos que dichas instancias reciben millonarias cantidades para implementar la AVG y otras medidas cautelares para salvaguardar la vida de las mujeres. ¿En dónde está todo ese dinero, señores y señoras?
Ante ello, mujeres activistas feministas, han decidido implementar la ALERTA COMUNITARIA DE GÉNERO, y han hecho un llamado desde Chiapas para implementarla en toda la entidad y en las que se quieran sumar.
Bajo los hashtags #FeminicidiosEmergenciaNacional, #AlertaDeGeneroComunitaria, #25N, #NiUnaMas, #NosotrasXNosotras, mujeres organizadas de Tuxtla Gutiérrez, proponen ir casa por casa informando sobre lo que son los feminicidios, ir a las universidades y platicar con las jóvenes sobre el peligro que significa en este país ser mujer, dejar pegatinas en todos los lugares posibles, entre otras propuestas que están en construcción y para lo cual la invitación está abierta.
Estas iniciativas están encaminadas al movimiento nacional del 25 de noviembre #25N, día en el que se protesta contra todas las formas de violencia hacia las mujeres, pero que este año tendrá énfasis en los feminicidios, porque nos están matando y es necesario movilizarse, porque lxs institutos/secretarías de la mujer/ comisiones de género y derivados, NO están haciendo algo al respecto, a pesar de los recursos económicos que tienen a su disposición.
Esto aún comienza.
Página en face: Alerta Comunitaria de Género