Para Gabita, Dania y Kari, porque tengan partos luminosos.
Pareciera que la vida se ha detenido a causa de la pandemia, o está en una pausa interminable porque nuestro diario vivir se ha transformado. Pero la vida sigue su proceso y las mujeres gestantes se preguntarán qué pasará cuando llegue ese momento y la contingencia sanitaria continúe.
Tener el parto en casa es una alternativa para evitar hospitales y la crítica situación que está viviendo el sector salud hoy en día en Chiapas, México y el mundo. Parir en nuestro espacio cotidiano es una práctica tan antigua como la humanidad pero los estándares de salud que nos han impuesto la rezagaron y catalogaron como algo primitivo, comparándolo como un acto “subdesarrollado” “sucio”, “salvaje”.
La idea del presente trabajo es escuchar las voces de quienes han vivido el parto en casa, sus experiencias, sentires y pensares sobre esta alternativa. También es una forma de rendir homenaje a las parteras (el 5 de mayo fue su día) y hacer notar que una maternidad elegida y gozada es posible desde el momento en que decidimos cómo parir.
¿Por qué elegiste parir en casa?
Wendy Donají Cruz Pérez/ Docente
Elegí parir en casa porque en principio estaba buscando la manera más armoniosa posible para que mi bebé naciera. Estoy convencida de que la primera experiencia que tiene un bebé al llegar a este mundo es lo que definirá toda su vida; por eso, decidí hacerlo en un ambiente humano, digno y amoroso.
Alejandra Ballinas/Diseñadora
Porque en mi primer nacimiento tuve una experiencia muy mala con el ginecólogo, además de que sufrí violencia obstétrica.
Soledad Lara/Comunicadora Intercultural
Elegí parir en casa porque una de las cosas de las que he escuchado es de la insensibilidad del personal médico en los hospitales públicos, es por eso que estuve totalmente renuente a ir a uno. Cuando estaba en el proceso de los ultrasonidos me diagnosticaron preclamsia, sin embargo confiaba en mí y en mi red de apoyo familiar…
Carol Martínez/ Licenciada en Ciencias Genómicas
¿Por qué elegí parir en casa? Creo que fue un instinto, no me imaginaba esa acción en un hospital, así que en un principio fue eso. Comencé a informarme sobre un parto natural y ahí noté que la cesárea y los partos en hospital son totalmente llevados por el médico o la médica, la participación de la madre se reduce a almacenar al bebé para que luego el personal de salud lo saque. Nada más de imaginarlo me daba repulsión. Mi madre me decía que no sería posible para mí un parto natural porque ella tuvo tres cesáreas, que tenía que medirme mi cadera y no sé qué tantos tratamientos más.
Entonces continué informándome a través de blogs y diferentes páginas en internet, platiqué con parteras para que me contaran sobre la experiencia que ellas han tenido con otras madres. De esta manera me fui convenciendo cada vez más de que el parto en casa respeta a la madre, respeta al bebé, evita usar medicamentos innecesarios en un parto ya que estás en un ambiente con una luz cálida, incluso penumbrosa, que es lo que necesita tu cuerpo para parir.
Y a partir de haber decidido que quería un parto en casa comencé a trabajar con mi mente y con mi cuerpo para decirme que eso es algo para lo que yo estoy preparada desde miles de generaciones atrás. Por supuesto que la experiencia vivida no es ni la mitad de lo que me había mentalizado pero me sabía lo suficientemente poderosa como para lograrlo.
Berenice Pérez/Ingeniera
No fue planeado, aunque sí fui con partera y ella me había acomodado a mi niña un mes antes; también te cuento que no me.podía embarazar y una partera me sobó tres veces antes de embarazarme y me «subió mi matriz». Dos meses después ya estaba yo embarazada, con peligro de aborto pero me cuide y ahí está Zyanya.
¿Cómo fue tu experiencia de parir en casa?
Wendy: El día llegó, la fuente se rompió alrededor de la una de la tarde, llamamos a la partera pues creíamos que el parto sería rápido. Con un ramillete de seguridad y experiencia en mano, Cristina Alonso contestó que llegaría después. El avanzar de las contracciones fue un camino inimaginable, sentir esos dolores sin anestesia ni otros medicamentos hacía que yo valorara mi fuerza salvaje, mucho más de lo que la había valorado.
Las parteras llegaron a casa cuando mis contracciones eran más frecuentes, llevaron lo que se necesitaba para el parto e instalaron la tina, su intervención fue increíble, un acompañamiento tan delicado y sutil, dejándonos vivir el momento a mí, mi bebé, mi pareja y mi madre que se mantuvo de manera estoica y valiente acompañando el proceso; las parteras únicamente intervenían en los momentos que ellas consideraban precisos y necesarios…
Hubo un momento que, a causa del dolor, me había desconectado de lo que en ese momento ocurría, fue entonces cuando Cristina sabiamente me dijo que permitiera el nacimiento, que tenía que “abrir” el camino y no cerrarlo, pues parecía que quería seguir reteniendo a mi hijo en mi vientre. Sus palabras fueron tan oportunas, fueron luz para mí.
En las dos experiencias comí de mi placenta para recuperarme pronto, fue una forma de agradecer que hayan envuelto a mis bebés durante nueve meses e involucrarme en el ciclo de la naturaleza.
Alejandra: El acto de parir en casa es parir en paz y calma, acompañada de las personas que quieres que estén, el nacimiento se convierte en un evento lleno de Amor y total tranquilidad, es una maravillosa experiencia de Vida para cada mujer y bebé, además, de disfrutar de la valiosa compañía de una Partera y/o Doula, mujeres llenas de Amor y Sabiduría.
Berenice: Vivía en una isla en el norte de Quintana Roo, con un centro de salud muy pequeñito y tuve que salir de ahí después de 36 horas de trabajo de parto, en el inter me comunique con una amiga para avisarle y ella se ofreció a recibirme en su casa, para acelerar el parto con un bañito de temazcal, a mitad de camino al hospital, llegué y ella amorosamente ya había preparado todo con hierbas e inciensos.
Fue increíble entrar después de tanto dolor, poder relajarme junto con el padre de mi hija, mi partera (amiga) y su hija de 10 años que ayudó a su mamá; el ambiente de desesperación y estrés fue desapareciendo al grado de que ya no sentía el dolor de las contracciones, y de repente después de media hora de relajarme, de masajes en mis piernas y en mi espalda, llegó el momento me puse en cuclillas sobre una bandeja de agua tibia y nació mi hermosa hijita.
¿Recomendarías a las mujeres parir en su casa? ¿Por qué?
Soledad: Creo que sí es muy recomendable si se cuenta con una buena red familiar y una partera con experiencia, además de la importancia de confiar en sí misma para parir. Entiendo que en todas es un proceso diferente pero estoy convencida que un ambiente cálido y amoroso puede disminuir el umbral de dolor, el nerviosismo y el miedo sería menos, claro, que también es importante el seguimiento médico, todo es complementario, los partos tendrían menos estigmas negativos.
Alejandra: Es una experiencia que todas las mujeres deberíamos tener el derecho, ya que al Parir en Casa, no existe presión de tiempo, malas prácticas, violencia obstétrica, es decir, revivir la experiencia tal como nuestras ancestras lo hacían. Parir en casa es parir en nuestro propio espacio, territorio, el lugar donde me siento tranquila, en mi intimidad, pero tristemente esta práctica se ha venido perdiendo, con la llegada de la tecnología y el afán de infundir, miedo, inseguridad a las mujeres.
Wendy: Estoy muy orgullosa y agradecida con el universo de haber parido en casa. Les diría a todas las mujeres que van a parir, que en este mundo hay esperanza, hay formas de hacer la vida más amorosa, que no tengan miedo y que si lo tienen, busquen esa fuerza que está dentro de nosotras mismas y lo enfrenten con seguridad.