Esa mañana, como todas, fue al mercado Castillo Tielmans a comprar las cosas para la comida, cuando vio a unas personas a punto de deshacerse de dos gatitas, mamá e hija; ella no lo dudó y se las pidió, las metió en una cajita de cartón y con su preciada carga llegó apurada a la entrevista.
Así es Amparito Sánchez, rescatista de animales domésticos que otrxs echan a la calle y que a la larga se ha convertido en un problema de salud pública en San Cristóbal de Las Casas.
Trabajadora del hogar, mamá, originaria de este municipio, se dedica a esta labor altruista desde hace tres años apoyada sólo de otras mujeres que de manera voluntaria se han unido a esta difícil labor ciudadana.
El trabajo está enfocado a perritas hembras de la calle y la dinámica consiste en agarrarlas (o recibir a las que otras personas llevan) para luego resguardarlas en la casa de una voluntaria; posteriormente se recauda la donación para su esterilización y luego se procede a esterilizarlas. Durante el proceso de recuperación sube las fotos a su perfil de Facebook para su adopción aunque desafortunadamente, son muy pocas las que logran ser adoptadas.
“Se hace una secuencia de fotos que se sube Face; desde su resguardo, ya esterilizada y en recuperación que dura de 15 días a un mes, si en ese tiempo no se logra la adopción se libera en la zona donde fue encontrada ya que es el lugar que mejor conoce” explica Amparito. “Son muy pocas las adoptadas, quizá porque son adultas de aproximadamente un año. Si son tranquilas, se quedan hasta 8 meses en mi casa”, detalla.
“Tengo una red que me apoya, entre ellas Liza y Margarita Medina, quien tiene una pensión para su recuperación o algunas me las llevo a mi casa, o se busca resguardo temporal en la zona”.
Actualmente hay para adopción más de 30 perritas ya esterilizadas, y también cachorros al igual que gatitas, incluyendo las encontradas en el mercado. El día de la entrevista se liberaron a dos perritas que se encontraron en la zona sur, ambas estaban preñadas, pero con la anestesia los cachorros se quedan dormidos. “Así no sufren, sería peor que vinieran a sufrir a la calle” asegura.
Esta labor la realizan Amparito y su red de mujeres sin ningún beneficio, sin sueldo, “lo único que gano es no ver más animalitos en la calle”. Reconoce que es un trabajo pesado que además realiza a diario, pero vale la pena porque así se evita que se reproduzcan 60 perritos al año por cada hembra.
En la casa de Margarita se reciben donaciones de croquetas, collares e invitó a más personas a que se unan a este trabajo voluntario ya que se hace sólo por el bien de lxs amigxs de cuatro patas.
Facebook: Amparito Sánchez. Para adopción de gatitas: https://www.facebook.com/amparito.hernandez.731/posts/3253911151501491