Por: Sandra de los Santos
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Aventó una moneda al aire. Águila era Ciencias de la Comunicación y Sol literatura. Le dejó al azar algo que en ese momento le era muy difícil de decidir. Ahora sabe que no fue ni siquiera ese volado o lo que decidió estudiar, lo que definió su oficio.
Karla Guadalupe Gómez Pérez tiene 25 años de edad. Es periodista cultural. Trabaja en un periódico local y es parte del equipo de la Revista Enheduanna.
La primera vez que hizo público un texto fue en la preparatoria durante un programa cultural por el festejo día del maestro y la maestra. Leyó un ensayo de su autoría sobre el papel de las y los profesores. Criticó alguna de sus acciones dentro del aula. Al otro día recibió las represalias de uno de los aludidos.
Entendió que “el mejor oficio del mundo” –así le llama Gabriel García Márquez al periodismo- tenía sus bemoles, pero lejos de arrepentirse de lo que quería estudiar le confirmó que su carrera profesional tenía que estar involucrada con la escritura.
Desde los primeros semestres de la carrera – la moneda cayó águila y no quiso contradecir a la suerte- empezó a colaborar en un medio local. Inició haciendo periodismo cultural.
“Pienso que el periodismo cultural es la sección de la magia en un medio. La cultura y las artes sí pueden ser un antídoto para mejorar la sociedad, permite un poco la respiración en los medios” dice Karla, quien lleva cinco años registrando las actividades de las y los creadores en Chiapas.
Cuando comenzó a escribir para las secciones de cultura de diferentes medios locales estaba convencida que tenía que abarcar todas las expresiones de los diferentes grupos culturales y artísticos de Chiapas. “ Tenía que hablar de todos: de los independientes, de quienes sólo viven de Coneculta, de todos porque de alguna u otra forma yo me he dado cuenta en estos años que todos contribuyen, se esfuerzan y hay mucho de valor en su trabajo”.
Karla prefiere escribir que hablar. A primera vista da la impresión de ser una persona muy seria y reservada –lo segundo tal vez si lo sea-; pero basta tratarla más tiempo para darse cuenta que es bromista y habla con facilidad de los temas que la apasionan.
Además de hacer textos periodísticos, también hace literatura: poesía y cuento. Aspira llegar a escribir un libro en donde pueda explorar ambos géneros.
En su trabajo se percibe cómo Karla trata de hacer textos diferentes, que no sólo respeta su propio oficio, sino el trabajo de las y los demás y por ello se esfuerza en reportear la nota.
En el periodismo cultural, Karla ha logrado conjuntar las dos carreras a las que quería dedicarse. Finalmente, no fue tanto un volado que decidió su vida profesional si no ella misma la que define cada día dónde quiere estar.